La temporada ha llegado a su fin. Una temporada marcada por la marcha de Michel a mitad del curso rumbo al primer equipo y el desembarco de Ángel Dongil en un Juvenil A que ha completado una actuación en División de Honor bastante buena, terminando en cuarta posición.
Pero no hay que olvidar que el verdadero objetivo de la cantera es la formación de jugadores, y por eso analizamos qué jugadores de la actual plantilla dirigida por Dongil tienen posibilidades de estar el año siguiente en el Rayo Vallecano B, más allá de los también juveniles Jean Jules y Lucho, que ya forman parte del filial franjirrojo. En Unión Rayo elegimos a los cinco juveniles que tendrían cabida en la plantilla del Rayo B la próxima temporada (Hablamos siempre de los jugadores que finalizan su etapa juvenil):
Alejandro Machuca (19 años)
Natural de Mostoles, ha sido habitual en el once inicial tanto de Michel como de Ángel Dongil. Puede actuar tanto de interior como de media punta, aunque quizá donde mejor se desenvuelve es en la banda izquierda, donde saca más partido a su potente tren inferior, a su desborde y a su zurda jugando a pierna cambiada para buscar el disparo o el centro metiéndose hacia dentro.
Le hemos podido ver en innumerables ocasiones entrenando con el Rayo B a lo largo de la temporada, e incluso ha participado en alguna sesión preparatoria con primer equipo de la mano de Michel. Ha pasado por todos los juveniles, desde el C hasta el A, y es uno de los mayores valores de la cantera. Si finalmente se concreta su salto al filial vallecano, tendrá que demostrar en 3ª División que lo visto en la categoría juvenil también lo puede hacer con los más veteranos.
Filipe (19 años)
Todoterreno donde los haya, su posición es la de mediocentro puro. En ocasiones recuerda a Kovacic (tanto físicamente como en su juego) e incluso llega a parecerse al mejor Kroos. El brasileño parte y reparte, destruye y crea: es el pulmón del equipo. Su continuidad en el Rayo B no es del todo segura, ya que en esa posición hay mucha competencia (su compañero, Jean Jules sin ir más lejos).
Además, Filipe suma a sus virtudes un exquisito golpeo de balón que le hacen fundamental en las jugadas a balón parado. Todos los córners y faltas cercanas al área llevan su nombre. Esperemos poder seguir disfrutando de un jugador que ha sido el timón del Juvenil A a lo largo de toda la temporada.
Alí (19 años)
La calidad hecha futbolista. Con Michel, ha partido siempre desde la banda izquierda, haciendo las veces de extremo e interior. Quizá su asignatura pendiente esté en el apartado físico, sobre todo a la hora de jugar en categoría absoluta. Con Dongil desapareció del terreno de juego y no contó con muchos minutos, ahora, sin embargo, tiene muchas opciones de subir al Rayo B.
El jugador de origen saharaui solo lleva una temporada en el Rayo Vallecano, a donde llegó procedente del Conquense rechazando ofertas de equipos como Celta y Valladolid. Su calidad, velocidad y desborde hacen de él un jugador realmente aprovechable y que se adapta perfectamente al estilo de juego franjirrojo.
Dani García (18 años)
Comenzó la temporada jugando de medio centro, pero las dudas con respecto a la pareja de centrales hicieron que Michel retrasara su posición, donde se hizo fijo hasta final de temporada. Rápido al corte y con buena salida de balón, inició su andadura en las filas vallecanas en el Cadete B, y desde entonces ha ido quemando etapas hasta llegar a ser uno de los futuribles centrales del Rayo B.
Además, Sergio Chica regresará al Fuenlabrada tras su cesión y Dani Ramos, llegado en el mercado de invierno procedente del San Sebastián de los Reyes, tiene posibilidades de subir al primer equipo. De esta manera, dos puestos de centrales quedarían desiertos listos para que los jóvenes del Juvenil A aprovechen la oportunidad.
Christian Manrique (18 años)
Lateral izquierdo, no para de subir y bajar por banda. Es internacional por España Sub-19, y es una de los jóvenes canteranos donde más esperanzas hay puestas. Velocidad, descaro y desborde, quien haya ido a verlo a la Ciudad Deportiva sabe que Manrique no se esconde. Es habitual verle llegar a línea de fondo para poner centros medidos o encarar para meterse hasta la cocina. Con él, el Rayo B ganaría un digno sucesor de Sergio Akieme, confirmado ya por Michel como miembro de la primera plantilla a todos los efectos.