Es el central del futuro. Pocos dudan de que Martín Pascual llegará a la élite, y es que sus condiciones son espectaculares. Bien por alto, con olfato goleador en área contraria y contundencia en la propia, buena salida de balón… este defensa de 1,90 solo lleva un año en las filas del Rayo Vallecano, pero ya se ha ganado la confianza de la familia franjirrojoa, y su premio ha llegado en forma de oportunidad con el Rayo Vallecano B.
Hasta infantil, compaginó el fútbol con el baloncesto, pero después se centró en el cuero y el verde. En Cadete A jugó en el Unión Adarve, equipo con el que siendo juvenil de segundo año dio el salto a la División de Honor. Ya en último año de juvenil, fichó por la franja.
Dirigido por Ángel Dongil, el madrileño se hizo indiscutible, tanto en línea de cuatro como en línea de tres. Con el Rayo, no solo ha explotado su faceta defensiva, sino que también se ha destapado como un gran goleador. Siete tantos le contemplan esta temporada, en la que ha llegado a cuartos de final de Copa del Rey y se ha quedado a un solo partido de ser campeón de liga.
Es todavía muy joven, pero comienza a perfilarse un pedazo de central que dará mucho que hablar en Vallecas.