¡LÍDERES!
Este equipo es grande. Juega como los grandes, pelea como los grandes y gana como los grandes. Victoria capital del Rayo Vallecano Juvenil A ante un correoso Valladolid por 1-0 en el encuentro celebrado en la Ciudad Deportiva de Vallecas correspondiente a la undécima jornada del Grupo V de División de Honor, grupo que los pupilos de Ángel Dongil lideran desde este domingo gracias a un estratosférico gol de Javi Gómez y al empate entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid.
Ya no es un sueño
Ya no se habla de licencia para soñar, ya no es algo utópico. El Juvenil A es líder, y lo es por méritos propios. Desde el inicio se notó que el encuentro no era uno más, y la tensión se palpaba. El Valladolid no había venido a pasearse, y avisó en dos ocasiones por mediación de Víctor, que a punto estuvo de adelantar a los suyos con sendos disparos que no encontraron portería.
Los vallecanos no estaban cómodos, y las alternativas eran continuas. Eso sí, Ángel estrelló un potente disparo en el palo derecho de la meta defendida por Javi cuando la afición ya cantaba el gol. El Rayo creaba peligro, pero no conseguía mantener el control de balón y no dominaba como viene siendo habitual.
A todo esto, en la Ciudad Deportiva Wanda, el Atlético y el Real Madrid empataban a un gol al descanso, marcador que no se movería hasta el final y que ponía el liderato a tiro para los franjirrojos. Esto pareció espolear a los pupilos de Dongil, que salieron en la segunda parte con otra actitud.
Gómez marca el gol de todos
El Valladolid, avasallado, comenzó a fallar pases fáciles y a verse superado por la presión y calidad de los locales. Primero Mese con un buen remate de cabeza y después Sergio Moreno en dos ocasiones pudieron abrir la lata. Sin embargo, en la jugada que menos peligro parecía que traía, Javi Gómez recortó hacia dentro, disparó desde su casa y coló el cuero por la escuadra. Antológico. Gol clavado al que ya marcó en Leganés y que llevó la locura al banquillo.
Antes del final, el Rayo pudo aumentar la renta, pero finalmente el 1-0 fue suficiente y Dongil soltó un grito de euforia que definía todo lo que se había visto sobre el verde. No había sido el mejor partido de los juveniles, pero así ganan también los grandes, con una genialidad y tres puntos al bolsillo.
La próxima parada será en casa del Unión Adarve, equipo siempre peligroso cuando juega como local. Allí, el Rayo deberá demostrar como viene haciendo durante todo el año que esto no es flor de un día y que todos y cada uno de los miembros de esta plantilla tienen algo entre ceja y ceja: el título de liga.