‘Empate en trineo’
A falta de precisión y talento, intensidad. Rayo Vallecano y Osasuna se jugaban mucho más que tres puntos y, desde el inicio, se hizo evidente que el encuentro era de Primera. Con el frío de protagonista, dos de los mejores equipos de la categoría se repartieron los puntos con los goles de Embarba en la primera parte y Oier en la segunda en un Sadar donde la nieve cayó con furia.
Bebé y Elustondo, suplentes
Ni los Hermanos Coen hubiesen imaginado un panorama así. Temperaturas que harían tiritar a los pingüinos recibieron a un Rayo Vallecano que se presentaba en El Sadar con las novedades de Bebé y Elustondo en la convocatoria. Míchel repetía el mismo once que goleó al Lorca, y dejaba a los dos fichajes invernales en el banquillo. En frente, un Osasuna que necesitaba la victoria para seguir en puestos de playoffs.
Nevaba con fuerza, y eso se notaba. El césped estaba pesado y hacía que el bote del balón no fuera tan alto como de costumbre. Hasta que los 22 protagonistas se acostumbraron, las imprecisiones eran constantes, y la tragedia sobrevolaba las áreas cuando los centrales y el portero tenían que crear juego desde atrás. Especialmente fallón estuvo Aridane, que rozó el gol en propia meta en dos ocasiones.
‘Alta Tensión’ en El Sadar
El frío y el estado del verde hacía que la calidad de los franjirrojos quedase ligeramente enmascarada y la igualdad era máxima. El encuentro tenía mucho ritmo e intensidad, pero faltaba precisión y la posesión saltaba de un conjunto a otro como una abeja de flor en flor. Eso sí, en ataque, cada balón que tocaba Embarba creaba peligro. Vertical, incisivo y veloz. Electricidad en estado puro.
Y en una de esas, ‘Alta Tensión’ Embarba recibió un buen pase de Chori para marcar su sexto gol de la temporada con un espectacular disparo con la izquierda. Partidazo del que está siendo el mejor del curso en el Rayo Vallecano.
De nuevo los balones por alto
Ya en la segunda parte, Osasuna comenzó mucho más metido en el partido y encerró al Rayo en su portería. Y en el minuto 52, se apareció la Virgen. Para ver una y otra vez la jugada en la que los rojillos dispararon hasta entres ocasiones a bocajarro. Para ver una y otra vez como no entró el cuero en la portería, poste incluido. Imposible.
Con Bebé ya en el campo en su redebut con la franja, los navarros continuaron apretando hasta que ya no hubo milagro que valiese. Centro desde la derecha y remate de cabeza de Oier. 1-1 y enésimo gol encajado de cabeza por los vallecanos en lo que va de temporada.
Lejos de despertar, el Rayo Vallecano seguía sin conectar con los hombres de arriba, que no habían olido el cuero en toda la segunda mitad. Sin embargo, cuando peor estaban los visitantes, Unai López se inventó un pase para dejar solo a Bebé en frente del portero, pero Sergio Herrera se hizo grande y salvó a los suyos.
Finalmente, el luminoso no se movió. Reparto de puntos que no dejó contento a ninguno de los dos contendientes y que deja al Rayo Vallecano con 41 puntos y en tercera posición pero con toda la jornada por jugar.