“Entre la mala suerte y la frustración”
El Rayo Vallecano empató en la vigesimosegunda jornada de LaLiga 1|2|3 en el estadio de Vallecas 1-1 ante el Elche. Miku ponía las tablas en el marcador de penalti después de que Guillermo adelantara a los ilicitanos en la primera mitad.
Inciativa franjirroja en los primeros minutos
El Rayo Vallecano empató en Vallecas frente a un Elche que se llevó demasiado. Guillermo adelantó a los ilicitanos en la primera parte. Miku, de penalti, empataría en la segunda parte. El ‘vinotinto’ sería expulsado en el tramo final de partido por doble amarilla.
Comenzaba el Rayo llevando la iniciativa del partido. Trashorras, al minuto de juego, remataba con la testa un buen centro de Rat, pero el esférico lo acababa repeliendo el exrayista Juan Carlos. Se sacudía el Elche la presión inicial del equipo de Rubén Baraja. Hervias hacía estragos en la defensa rayista ante un dubitativo Quini, pero las jugadas ilicitanas agonizaban ante el buen hacer de los zagueros franjirojos.
Vallecas rugía e intentaba dejar a un lado el pesimismo recalcitrante que impera en todo lo que rodea al Rayo, pero lo cierto es que este equipo da pocos motivos para cambiar el estado de ánimo. Embarba, triste protagonista semanal, intentaba dejar a un lado el runruneo en torno a su figura, pero sus centros laterales no encontraban rematador. Se cumplían los diez primeros minutos de partido y la clásica incertidumbre empezaba a entrar en escena.
Álex Fernández probaba a Gazzaniga desde la frontal, pero su lanzamiento se iba por encima del arco. Era el Elche el que dominaba ligueramente, pero el Rayo daba sensación de peligro cuando salía con espacios. A renglón seguido, Albácar remataba mansamente un centro lateral, pero su remate de cabeza se iba desviado. Ya no había dudas, el Elche estaba mejor que el Rayo.
Era de nuevo Embarba el que buscaba dinamitar el ataque rayista. Una buena internada del joven canterano acababa en un centro raso, al cual no llegaba Miku por milímetros. Llegábamos a la mitad del primer acto y las interrupciones jugaban a merodear con la incertidumbre. 0-0 y la sensación de que podía pasar cualquier cosa en cualquier momento.
El Elche parecía haber disipado esos minutos de dominio, mientras que el Rayo, sin llevar en ningún momento la iniciativa del partido, si es cierto que empezaba a jugar más cerca del área de Juan Carlos . Tras esos minutos de letargo ilicitano, Álex Fernández volvía a poner a prueba a Gazzaniga, pero este blocaba bien el disparo lejano del delantero.
Tedio en Vallecas
El partido se aproximaba al tramo final de la primera parte y la desesperación y el tedio volvían a ser alarmantes protagonistas en Vallecas. Nuevo capítulo de clásicos básicos desde San Sebastián. Cómo se dice en mi tierra, ‘es lo que hay’, latiguillo que siempre viene bien para explicar lo que no tiene explicación. Tuvieron que pasar treinta y siete minutos para ver la primera tarjeta del partido, fue para Diego Aguirre, tras una entrada por detrás a Rober Correa. Era un preludio de lo que iba a suceder después. Falta lateral a favor del Elche que se encargaba de rematar Guillermo en el área pequeña. Gazzaniga paraba en primera instancia, pero el esférico llegaba de nuevo a un jugador ilicitano, que remataba en semifallo y asistía sin intención de hacerlo al omnipresente Guillermo, que en segunda instancia sí conseguía anotar.( 0-1, minuto 38). Nueva decepción, nuevo ejercicio de remo, nueva oleada de gargantas frustradas por el desánimo.
La primera mitad agonizaría con un equipo, el Elche, que empezaba a sentirse cómodo sobremanera sobre el verde, y otro, el Rayo, que no tenía claro de en qué consistía este juego. Fin del primer acto y pitada monumental de Vallecas.
Comenzaba la segunda mitad con un Rayo Vallecano intentado llevar el peso del partido. Diego Aguirre botaba un saque de esquina tras buena jugada colectiva, pero el esférico se iba a ir demasiado largo, sin opciones de rematador.
Trashorras empezaba a cobrar más protagonismo en el juego, pero la sociedad con los jugadores de arriba no terminaba de desembocar en jugadas de peligro. Rat se convertía en el segundo jugador amonestado en el cuadro de Baraja, tras una entrada por detrás a Guillermo, se cumplía el minuto cincuenta de partido. El amonestado Rat dejaba su lugar a Álex Moreno. Baraja buscaba la profundidad de Álex Moreno para generar situaciones de superioridad por el flanco zurdo, el cual no había sido zona peligrosa contra los intereses ilicitanos.
Vallecas reclamó un posible penalti sobre Miku tras buena jugada de Embarba, pero lo cierto es que el ‘vinotinto’ buscó desde el inicio la caída rápida. Se cumplía el minuto cincuenta y siete de partido. Dos minutos después, de nuevo Miku se quejaría de un posible contacto dentro del área. Sus reiteradas quejas le costarían la tarjeta amarilla, siendo el tercer jugador amonestado en el Rayo. Hervias la tendría a posteriori para el Elche, pero su lanzamiento centrado lo paraba sin apuros un seguro Gazzaniga. Los pitos eran ya ostensibles de una afición que merece todo menos la convivencia permanente con la frustración.
La tuvo Trashorras en el sesenta y tres, pero su lanzamiento se iría lamiendo el palo izquierdo del arco de Juan Carlos. Javi Guerra dejaba su sitio en el campo a Manucho, y Miku volvía a tentar a la suerte con un disparo lejano. Más cerca de la igualada estuvo un nuevo disparo de Trashorras, pero Juan Carlos conseguía sacar la mano para mandar el esférico a córner. Eran los mejores minutos del Rayo Vallecano.
El Elche no salía de su área y el Rayo, por fin, empezaba a dar sensación de equipo con un mínimo del alma. Se mascaba el empate entre los presentes en las gradas vallecanas. Alberto Toril intentaba cortar la oleada rayista, y para ello quitaba del campo al goleador Guillermo para meter a Josete. Era el minuto setenta de partido y la ventaja del Elche ya sí empezaba a coger tintes de injusticia.
Miku salvó un punto
Se estaba mascando e iba a acabar llegando. Un buen centro de Embarba desde la derecha encontraba la figura de Manucho, que era obstaculizado dentro del área. El colegiado De Mera Escuderos no dudaba en pitar pena máxima. Miku engañaba a Juan Carlos desde los once metros y el Rayo Vallecano hacía justicia a lo que se estaba viendo en la segunda parte. Vallecas entraba en cólera, era el minuto setenta y uno de partido, (1-1).
El Rayo era un ciclón y el Elche era un equipo caricaturesco en comparación con lo que se había visto en la primera parte. Mérito del Rayo Vallecano, todo sea dicho. Las interrupciones empezaron a convertirse en una constante en el equipo ilicitano. Albácar dejada su sitio en el verde a Iriondo, en un nuevo intento de Toril de cortar la hemorragia defensiva de su equipo.
Sin embargo, cuando mejor estaba el Rayo , un hecho iba a condicionar el tramo final de choque. El goleador Miku vería la segunda amarilla tras un forcejeo con un jugador del Elche, por lo que el Rayo jugaría el tramo final de partido con un futbolista menos. Faltaban siete minutos para llegar al noventa. El Elche hacía su último cambio, entrando Pedro en sustitución de Álex Fernández, mientras que la moderada euforia que se había vivido en las gradas de Vallecas empezaba a rebajarse sobremanera.
Trashorras dejaba su sitio a Fran Beltrán. Lejos de su mejor nivel , si es cierto que en la segunda mitad se vieron algunas cosas del mejor Trashorras. El tramo final de partido sería un quiero y no puedo de los de Baraja. No fue la peor función del Rayo, ese es el consuelo de una afición harta y cansada de vivir en un permanente estado de frustración.