‘Tanto remar para morir en la orilla’
Cara alicaída, cara de circustancias. Cara de quien sabe que ha hecho todo lo posible para ir ganando el partido al descanso y se va por detrás 2-0. Así era el rostro de los jugadores del Rayo Vallecano mientras clamaban al cielo al final de la primera parte del encuentro que les enfrentaba al Zaragoza en La Romareda después de haber perdonado lo imperdonable y de haber concedido dos tantos en las dos únicas llegadas de los locales. Los de Míchel llegarían a empatar, para después dejarse marcar el tercero y perder el partido (3-2), pero lo vivido en tierras mañas se puede resumir en los rostros de esos futbolistas que encaraban la bocana de vestuarios con la mirada perdida.
En busca de la victoria
No perder está muy bien, sumar siempre es bueno, pero cuando los últimos tres partidos se cuentan como empates… Mejor ganar, mejor de tres en tres que de uno en uno.
Para buscar la victoria, Míchel optó por dar entrada a Abdoulaye Ba por Dorado en el centro de la zaga, y construyó un rombo en el centro del campo con Fran Beltrán como pivote defensivo, Unai López y Santi Comesaña de mediocentros y Óscar Trejo en la mediapunta. Arriba para el gol: de Tomás y Embarba.
Los franjirrojos no dominaban la posesión con claridad, pero cuando se acercaban a portería contraria lo hacían con peligro. Increíble el mano a mano que desperdició Raúl de Tomás tras un genial pase de Trejo. Apenas se habían jugado diez minutos y la ETT ya hacía de las suyas. Y no eran los únicos. Álex Moreno se disfrazaba de cuchillo para penetrar en la defensa como si de mantequilla se tratase y sus llegadas a línea de fondo eran constantes.
Cuando menos te lo esperas
Y cuando mejor estaba el Rayo, justo cuando la grada comenzaba a ponerse nerviosa y los silbidos rondaban por La Romareda, apareció Grippo para adelantar a los suyos con un remate inapelable a la salida de un córner. Que injusto es el fútbol a veces.
Lejos de echar el freno, los vallecanos continuaron igual, apretando y creando peligro en cada acción de ataque, pero la falta de acierto les condenaba. El colmo de la mala suerte se vivió a pocos minutos de finalizar la primera parte. Toquero salvaba el gol rayista sobre la mismísima línea de gol para alegría de la afición zaragocista. Segundos más tarde, la locura fue total cuando Febas subió el segundo al luminoso tras un buen disparo que entró rozando la cepa del poste derecho de Alberto. 2-0 y jugadores a vestuarios.
RdT invita a soñar
Nada más comenzar la segunda parte, Embarba puso un centro medido que Raúl de Tomás alojó al centro de las mallas para marcar su quinto gol en lo que va de liga, el tercero de cabeza, y meter a los de Míchel de lleno en el partido. Y si RdT había invitado a los franjirrojos a soñar, Trejo aceptaba la invitación y ponía el empate con un buen disparo ajustado que no podía detener Álvarez. Pero la alegría iba a durar poco, porque un minuto después pombo volvía a adelantar a los suyos tras una gran jugada de Borja Iglesias que le ponía el tanto en bandeja.
Tanto remar para morir en la orilla y diez minutos por delante para intentar la machada. Pero no pudo ser. Derrota de las más dolorosas de la temporada que deja al Rayo fuera de los puestos de playoff y que corta la racha de seis partidos sin perder. Próxima parada: el Barça B en Vallecas.