Imagen: Efe
La Historia está llena de momentos dulces, pero también de otros amargos, ásperos o desagradables. Hoy nos toca rescatar una de esas fechas grises, el día que Vallecas lloró en Eibar. El calendario marcaba 24 de junio de 2007.
Ascenso a Segunda División
El Rayo Vallecano vivía su tercera temporada en el infierno, en las catacumbas de la Segunda B. El proyecto deportivo liderado por Pepe Mel ansiaba devolver a la franja a Segunda División, tras dos años consecutivos en los que no se pudo dar el salto.
La temporada regular fue buena. El equipo franjirrojo se aupó a los dos primeros puestos de la clasificación en la jornada 12 y no se bajó de ellos. El playoff era el objetivo, y ese año solo el Pontevedra pudo sumar más puntos en 38 jornadas.
Diego Torres y Mauri eran los goleadores de ese equipo, que tenía a Alberto Cifuentes en la portería. En la retaguardia defendían la franja Coke, Amaya o Llorens, mientras que el centro del campo estaba bien acordonado con Collantes, Albiol, Cubillo, Míchel o Yuma. También llegó Piti a Vallecas.
Playoff de ascenso
Tras los 38 partidos de Liga regular, arrancaba el playoff de ascenso. El bombo quiso que el Rayo Vallecano se tuviera que desplazar hasta el Puerto de Santa María (Cádiz) para jugar la primera eliminatoria contra el Racing Portuense. A priori, la afición pensaba que se podía llegar a la segunda y definitiva ronda sin problemas. Así fue, un 0-2 en la ida y el 2-2 en Vallecas ponía al Rayo a un paso de la Segunda División.
Ese paso se tenía que dar contra el Eibar. El partido de ida se disputó en Vallecas, y allí brilló con luz propia Piti, quien colocó el 1-0 que hacía soñar a la masa franjirroja con el regreso al fútbol profesional. Piti no solo se disfrazó de héroe sino que también fue el villano esa noche, al ser expulsado. Golpe bajo pues el Rayo perdía a su hombre más en forma para el partido clave de la temporada.
Llegó por tanto, el último partido, el decisivo. Vallecas se desplazó en uno de esos viajes para el recuerdo, a Eibar. Ciudad pequeña que fue invadida con ilusión, con ganas, con la esperanza de contemplar y vivir el retorno a Segunda tres años después. El Rayo de Pepe Mel alineó a Alberto Cifuentes; Coke, Baquero, Mainz, Llorens; Cubillo, Zazo, Albiol, Enguix, Míchel y Diego Torres.
La tuvo Diego Torres muy pronto, pero dos zarpazos armeros en apenas tres minutos, volteaban la eliminatoria a los 27 minutos, dos golpes que zarandearon Vallecas, y un equipo que no pudo reponerse. Luchó el Rayo, luchó Vallecas, pero no fue capaz de meter ese gol que diera el ascenso.
Con el pitido final, los miles de franjirrojos desplazados a Ipurúa lloraron. También lloranron Míchel, Coke, Amaya, Llorens, Pepe Mel, Albiol, …, ese día el sentimiento franjirrojo fue más grande. Ese día Vallecas se unió para consolarse. Ese día el dolor golpeó un barrio que lograría el ascenso un año después.