EL TERCER TIEMPO
Llega ese momento de la competición para los valientes, para los que tienen clase, para aquellos que destilan personalidad y carácter. Llega el mes de abril, la fase clave del calendario para determinar el lugar en el que estarás a final de temporada. El Rayo Vallecano se dirimirá entre el ascenso directo y los agónicos playoff. Todo en juego en las próximas semanas.
Cuatro partidos clave
Lo dejé por escrito la temporada pasada, cuando el equipo de Míchel tenía el agua al cuello, con la amenaza del descenso a Segunda B sobre la chepa. Aquel mes de abril de 2017, fue clave para que el equipo acabase la Liga sin preocupaciones, incluso con algún ligero atisbo de llegar al playoff, algo mágico teniendo en cuenta todo lo que sufrió la franja en ese 2016. Fue un mes de abril en el que el Rayo cosechó tres victorias y un empate, que le hicieron llegar a Huesca con la efímera ilusión de alcanzar los puestos altos de la tabla.
En la presente campaña, el equipo ha arrancado el mes de abril con un empate ante el Cádiz, pero con las opciones intactas del ascenso directo. Por delante, un largo mes de abril con cuatro partidos, que pondrán de manera clara dónde estará el Rayo Vallecano al final de temporada: Albacete y Barcelona B a domicilio; y Zaragoza y Tenerife en Vallecas. La Primera División pasa por esos cuatro nombres, por esos cuatro equipos, por esos cuatro partidos.
Mira que me gustan poco los coloquialismos en el mundo del periodismo deportivo, que nos pasamos los días hablando de “finales”, “partidos clave”, “tres puntos importantísimos”, etc etc. Pero en esta ocasión, sí que considero que el mes de abril es trascendental para la recta final de la competición.
El sueño de un retorno al Olimpo está cerca. Un mes de abril en el que el carburante debe estar al máximo nivel, en el que los gladiadores deben empuñar las armas para lograr ese ansiado objetivo. El mes de los jabatos, los que no tienen miedo, los valerosos. El mes de abril, un mes clave.