Una fecha simbólica para todo el rayismo fue el 29 de mayo de 1924. Un grupo de jóvenes con edades comprendidas entre los 12 y 16 años, se reunían con personas bastante más adultas y que se hacían llamar la Agrupación Deportiva El Rayo. Esta reunión daría comienzo a una historia de un club que ya cuenta con 93 años y que Unión Rayo se encargará de relatar.
La famosa reunión en la casa de Prudencia
La casa de Prudencia fue clave en el desarrollo de esta nueva formación. Una reunión que tuvo lugar en la calle Nuestra Señora del Carmen 28, (hoy Puerto del Monasterio 8). La señora Prudencia Priego tendría una edad de 54 años y era viuda de Julián Huerta.
Doña Prudencia era madre de Juan y Modesto, de 15 y 13 años respectivamente, a los que la gente tenía valorado como muy entusiastas y emprendedores. Juan fue elegido capitán del equipo (primer capitán en la historia del Rayo Vallecano), y Modesto sería titular en el primer equipo de infantiles. Julián Huerta, con una edad de 27 años y siendo el más mayor, fue designado presidente del club. Julián, por aquel entonces era guardia civil, en esos momentos con destino en la 2ª Comandancia del 26º Tercio Móvil en Madrid, pero tendría que dejar el cargo en 1926 tras sucesivos traslados a cuarteles distantes de la capital.
Varios eran los que también acudieron a esa famosa reunión, muchos de ellos hermanos, y que son considerados también fundadores del Rayo Vallecano. Hablamos, entre otros, de los hermanos Rodríguez Salt (Francisco y Vicente), los Rodríguez Alzola (Andrés y Miguel), los Aguabella (José y Rafael), los González Rubio (Luis y Emilio), Ricardo Benavides, Feliciano Pizarro, Manuel Laureiro, Pascual Álvarez Grajero, Afelio Morchón, José Tardón, Nicolás Ruiz y Ángel Martínez “El Cafeto”. Muchos de los nombres que están reflejados han sido parte de la historia del club y, por lo tanto, también presidentes en algún momento.
Mucha juventud y ganas de hacer las cosas bien
Los aquellos presentes en la reunión se excedían de una corta edad, y sobre todo, la mayoría eran de esa misma calle. Luis González Rubio, con tan solo 16 años, buen estudiante y proyecto de médico, se le ocurrió el nombre de la nueva Agrupación. Por influencias, el nombre sería el de Agrupación Deportiva Ferroviaria, más conocido por el equipo modesto de aquel entonces La Ferro.
El Rayo fue sugerido como una idea más original, ya que no había equipos que tuviesen ese nombre. Años después surgirían varios, como uno con sede en el paseo de Extremadura y otro en la calle Miguel Ángel. El Rayo Cantabria, de Santander, en el que se formaría el mítico Paco Gento antes de fichar por el Real Madrid, nació en 1926.
Los estatutos de la nueva Agrupación
Se redactaron varios puntos en aquella reunión donde eran muy básicos para cualquiera que estuviese de acuerdo en formar parte. Tan sólo 30 céntimos por material y ser socio de la entidad, eran uno de los varios puntos a seguir en el proyecto. Cada jugador se pagaría la uniformidad y las botas.
La Agrupación Deportiva El Rayo no oficializó hasta el 14 de julio de 1944 inscribiéndose en el Registro del Gobierno Civil de Madrid. Por aquel entonces, era presidente Ezequiel Huerta, otro de los hijos de doña Prudencia Priego. La señora no solo hacía reuniones en su casa, sino que también se encargaba de guardar el material de los jugadores y lavar toda la indumentaria. Su hogar fue la primera sede del club en la historia. Todo el mundo hablaba de su bondad y de su enorme amor y sacrificio por El Rayo.
Una mujer que estaba considerada por muchos una bellísima persona, con mucho talante y con una gran imagen para todos los vallecanos. Sin duda, necesitamos más mujeres como fue Doña Prudencia Priego, que formará parte de la gran historia de la Agrupación y del Rayo Vallecano.
¡GRACIAS POR TODO PRUDENCIA!