LA ESCUADRA
Una vez dijo un sabio que la tranquilidad es lo que más se busca. Cuánta razón tenía… y en esas está el Rayo Vallecano. Ya sea en Teruel o donde quiera que se esconda esa tranquilidad, en Vallecas somos de asustarnos a la mínima. No dramaticemos, cinco puntos de ventaja a falta de nueve son más que suficientes.
Se hizo una mala segunda parte frente al Córdoba. Se podía haber sentenciado el ascenso. Negarlo sería de idiotas. Pero también lo sería negar que cualquiera hubiese firmado estar en esta situación restando tres encuentros. Además, siendo positivo, esto puede significar lograr el ascenso en casa, frente al Lugo, que siempre es más bonito.
No puedo tener miedo. No me sale. Me parece antinatural viendo como juega este equipo, el mejor de toda la categoría. Confío en Raúl de Tomás y sus goles, confío en Unai López y su criterio, confío en Óscar Trejo y su magia, confío en Fran Beltrán y su corazón… y un largo etcétera.
Como cuando vas a entrar en una piscina esperando un golpe helado y te encuentras con un agua templada y buenísima. Encuentras la tranquilidad. Allá que va el Rayo a Alcorcón, a tratar de dar con la calma para afrontar los dos últimos partidos de Liga con menos presión de la necesaria.
PD: Espero ver el Estadio Municipal de Santo Domingo a reventar de alcorconeros ruidosos y ávidos de goles. No en vano, se agotaron las entradas en tiempo récord. Si no es así, sería bastante sospechoso…