Bebé salió desde el banquillo en la tarde de hoy y sentenció el partido con un descomunal zapatazo ajustado al palo ante el que nada pudo hacer el guardameta del Sevilla Atlético.
Una vez marcó, el atacante portugués se dirigió hacía un determinado sector de la grada con gestos aparentes de reivindicación en los que se tocaba el pecho y después señalaba el césped, dando a entender que él demuestra en el campo.
También se llevó el dedo a la boca en lo que parecía un gesto de mandar callar. El destinatario de dichos gestos se desconoce por el momento. El jugador luso, tras acabar el encuentro declaró que no era un gesto dirigido a nadie, sino simplemente “una reivindicación” de que él está ahí.
El retorno de Bebé al Rayo Vallecano generó una gran expectación y una inmensa ilusión en los seguidores franjirrojos. Debutó en El Sadar la jornada anterior y hoy lo pudo hacer ante su público con un total de treinta y siete minutos.