El Benjamín A del Rayo Vallecano cayó derrotado (2-3) el pasado domingo 11 de junio frente al Real Madrid A, en el Torneo de Campeones celebrado en los terrenos de juego del Ernesto Cotorruelo.
Derrota con la cabeza alta
El clásico torneo de fin de temporada en el Cotorruelo arrancaba para los Benjamines del Rayo Vallecano con el partido de semifinales que tenía que disputar en la tarde del domingo frente al Leganés. Un encuentro que finalizó con victoria franjirroja por 5-1, gracias a los goles de Marcos, Dani, Melvin, Porcel y Aimar. Con ello, el equipo dirigido por Rubén Bullón se vería las caras con el Real Madrid en la final del torneo, un encuentro que serviría de revancha tras el mediático paso por la Íscar Cup.
Una final que era la esperada desde el principio, ya que ambos son los dos mejores equipos de la categoría. De hecho, en la mencionada Íscar Cup el Rayo Vallecano estuvo a punto de dar la sorpresa y alzarse con el título, tras derrotar en semifinales al Barcelona y poner contra las cuerdas al Madrid en la final, como también hizo el domingo en el Torneo de Campeones.
El Benjamín, que se proclamó campeón de Liga en su grupo, arrancó la final dominando, en un Ernesto Cotorruelo que estaba repleto de aficionados deseosos de ver el futuro de unos pequeños futbolistas que ya dominan la pelota como si fueran auténticos profesionales.
Dos goles franjirrojos en la primera mitad, obra de Marcos y Dani, ponían el 2-0 en el electrónico, con un Rayo superior. Pero la el destino tenía preparado otro final cruel para los chicos de Bullón, con un Real Madrid que remontó el encuentro gracias a un gol de rebote, en un balón disputado que entraría llorando y golpeando el palo.
Una derrota que duele, una manera cruel de perder una final, como ya le pasó a este equipo en la final de la Íscar Cup, donde también el Real Madrid venció in extremis, en la tanda de penaltis, a un Rayo Vallecano que demostró valentía, coraje y nobleza. Sin duda, unos valores que harán grandes a estos pequeños campeones.