El Rayo Vallecano comunicó ayer el cese de José Ramón Sandoval. Una segunda etapa del técnico muy diferente a la primera. En sus primeros años, tras dos ascensos con Rayo B y primer equipo, el de Humanes se marchó como un héroe y en esta Sandoval se va como un mártir para una parte de la afición y para otra parte como un entrenador que no estuvo a la altura de las circunstancias.
Es cierto que el ya extécnico rayista cometió errores en esta etapa en el Rayo Vallecano, pero como dijo ayer el compañero de Onda Cero, Raúl Granado, él no es el máximo culpable de los ocurrido ¿Acaso quién trajo al técnico hace apenas cuatro meses no debería también tomar responsabilidades? Apenas 13 jornadas de Liga han servido para perder la confianza en el técnico en el que creían “ciegamente”. Y es que ya son dos temporadas donde lo deportivo no funciona y esto, junto a la cantidad de problemas institucionales, hacen que las costuras comiencen a verse con claridad para algunos.
Allá por junio, qué tiempos.
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— | C. A. Forjanes | (@Forjanes_AS) 6 de noviembre de 2016
Sinceramente quizá Sandoval no era el más indicado para llegar a un incendio, precisamente no es un bombero, como así lo calificó Antonio Luquero hace poco en un artículo en Vallecasweb. Muchas voces aconsejaron de su no contratación. Pero una vez que das el paso de contratarle, la directiva debía haber aceptado todas las peticiones del técnico. Sino imposible que algo funcione.
Una vez un entrenador me dijo que había una regla no escrita donde cuando un equipo desciende (y también cuando asciende), mínimo la mitad de la plantilla debe renovarse. Incluso quedarte con 8-10 jugadores. Esto no ha pasado, futbolistas han permanecido cuando había ofertas y ellos estaban dispuestos a marcharse. Aquí el primer error grave. Y consecuencia de todo lo ocurrido. Responsabilidad también del presidente/dirección deportiva.
Es cierto que con este ambiente ha tenido que lidiar el técnico, que como decimos, tampoco es un entrenador estilo “Del Bosque”, donde el vestuario lo tiene ganado siempre. Ya lo vimos en su anterior etapa. Y sin duda eso le perjudicó. Al igual que su relación con parte de la afición, algo que no gustó a las altas esferas. Ante todo esto veremos si Raúl Martín Presa es capaz de salir a los medios de comunicación y explicar el fracaso de terminar con un proyecto en apenas cuatro meses. Algo que en principio sí hará Sandoval.
Luis García, Rubí, Baraja, Caparrós… Quien llegue esperemos que se le deje de trabajar y se acepte todas sus peticiones. Y quien llegue esperemos que escuche a todas las partes y baje el incendio rayista.
Más errores no pueden cometerse si el Rayo quiere optar al objetivo del ascenso. Es hora más que nunca que todos remen hacia una dirección y que cada cuál cumpla su función. Se busca bombero en Vallecas.