Algo está cambiando en el Rayo Vallecano, muy poco, pero algo. Primero fue la llegada de Michel al banquillo del primer equipo, luego la de Luis Cembranos al del filial y la de Cobeño a la dirección deportiva, y ahora las equipaciones. Tras una de las temporadas más convulsas que se recuerdan en la Avenida de la Albufera, parece que la directiva comienza a escuchar a sus aficionados, al menos ligeramente.
El club se va llenando poco a poco de rayismo que, aunque suene raro decirlo, no ha sido lo habitual en el Rayo Vallecano en los últimos tiempos. Tras mucha espera y mucho nerviosismo, al fin este martes se han dado a conocer las nuevas elásticas del combinado franjirrojo. Tarde… muy tarde, pero a diferencia de la campaña de abonos, el resultado no ha decepcionado: Valentía, Coraje y Nobleza.
Valentía
La Valentía fue la primera en aparecer. Clásica, como se llevaba solicitando desde hacía tiempo. Quizá es la que menos ha gustado, aunque también es verdad que es la que menos pie da a la imaginación y a la creatividad.
Con su nombre bordado en la parte trasera del cuello, guarda todos aquellos momentos que los aficionados tienen grabados en su memoria, desde el ‘Tamudazo’ hasta la salida del pozo de 2ª B. Simple, elegante y correcta, recuerda a la franja que ya paseara en otros tiempos por el Estadio de Vallecas en hombros de muchos de los mitos del rayismo. Esta elástica, sin embargo, tratará de crear sus propios recuerdos en busca del ascenso a Primera División.
Coraje
El Coraje fue el segundo en salir, como en el lema que reza el muro del Estadio de Vallecas. Franja blanca sobre fondo rojo, como antaño. Habían circulado propuestas por Twitter estas últimas semanas y, como dijo el propio presidente Martín Presa, habían “escuchado a la afición”.
Junto a los lazos solidarios ya habituales las últimas temporadas y que tanto orgullo hacen sentir a todo rayista, se encontraba su nombre, también grabado en la parte posterior del cuello. Un nombre que recuerda todos aquellos momentos donde nadie, absolutamente nadie, se ha rendido. Sin ir más lejos esta temporada, cuando hasta los exjugadores (como un aficionado más), se sumaban a ese “soy del Rayo y no me rindo”. Bajo la atenta mirada de un estadio callado, como solo lo está cuando sus gentes no llenan las gradas, el césped parecía hablar, resplandeciente: “Ese es vuestro Coraje, y esta es vuestra camiseta, defendedla como se merece”.
Por si fuera poco, el escudo que lucirán sobre el pecho los rayistas que lucharán por la franja, es el escudo de la ADRV, el escudo anterior a la privatización del club, y el escudo que muchos aficionados añoran. “La historia nos contempla” reza el lema de la campaña de abonos, y este año más que nunca parece ser verdad.
Nobleza
Quizá la que mejor acogida ha tenido entre toda la afición. Franja blanca sobre fondo negro, y con el recuerdo de Wilfred por bandera. Como sus dos hermanas, lleva su nombre grabado en el cuello y es, probablemente, la que más justicia hace a lo que representa.
Con el primer escudo del Rayo en el pecho, lo esencial lo encontramos en la parte trasera, con la inscripción NO RACISM en la parte baja y que ha encontrado en el club vallecano su máximo exponente. Decía Potele que él ha tenido compañeros de todas las nacionalidades y razas, habiendo sido tratados como uno más en una época donde esto no era lo más normal, y si lo dice un mito habrá que hacerle caso.
Ya sea en Primera División o en Segunda B, hay algo que está claro, el Rayo Vallecano derrocha Valentía, Coraje y Nobleza, aunque algunos pocos se hayan empeñado en remar a contracorriente. Sus gentes, sus aficionados, la mayoría de sus jugadores y el barrio derrochan estos valores, y por fin parece que algo ha cambiado. La primera piedra está puesta… veremos cómo evoluciona todo lo demás. Que el Rayo es más que fútbol lo sabemos todos, pero no vale con decirlo, hay que demostrarlo…