…y se hace imposible no rememorar las últimas alegrías que han dejado las visitas del equipo nazarí al Estadio de Vallecas. El golazo de falta de Roberto Trashorras la temporada pasada en el último minuto fue la primera satisfacción del que a la postre se convirtió en el mejor curso en la historia del Rayo en Primera.
Pero, evidentemente, la cabeza de todo rayista (o no rayista) se retrotrae unos meses antes de aquel ‘Trashorrazo’ para rememorar uno de los momentos más importantes en los 90 años del club vallecano.
Sí, Cobeño en la portería, Tito y Casado en los laterales, Arribas y Labaka pareja de centrales, con Fuego por delante acompañado de Movilla, Armenteros y Piti en las bandas y arriba, en el ataque, Michu y Diego Costa. Pitaba Undiano Mallenco y, ese día el Rayo y el Granada de Abel Resino se jugaban todo por no descender.
Un gol de Falcao en Villarreal para que los andaluces, aún perdiendo en Vallecas, se quedasen otra temporada en la máxima categoría del fútbol español. En la grada rayista mucho sufrimiento porque se volvía a mirar al acantilado de Segunda con un vértigo que iba más allá de lo deportivo. Desde el banquillo salieron Trashorras, Lass y el glorificado Raúl Tamudo. Sí, Raúl Tamudo.
Minuto 92 del encuentro y empate a cero. Piti coge un balón en la derecha, se va de uno, se va de dos y tira a puerta. Rebota el esférico en un defensor del Granada y el rechace lo manda al larguero Michu. Después de eso sólo una palabra: Tamudazo.
Y en la memoria de todos los que ese día iban con el Rayito y que estaban en el estadio, lo veían por la televisión o, incluso, lo escuchaban por la radio, quedará para siempre labrado el recuerdo de uno de los momentos más emocionantes que jamás se hayan vivido en torno a una salvación, a un barrio y a uno de los equipos más especiales que existen.
Vuelve el Granada a Vallecas. Buena noticia.