OPINIÓN
¿Por qué ha cogido tanto recorrido este tema? ¿Por qué es el Rayo y los periodistas están en Madrid? ¿Por qué está la política metida? Zubikarai, Sergi Guardiola, Salva Ballesta, Sara Ezquerro son ejemplos en los que apenas hubo recorrido… ¿Por qué AFE, LaLiga, etc.. no tomaron parte en dichos asuntos? ¿Por qué interesa focalizar en Bukaneros y no en la gran mayoría de la afición del Rayo? ¿Esta es la gota que colma el vaso o es que ahora solo interesa?
Sinceramente…no soy sospechoso. Mi única ideología en 30 años es el fútbol y el periodismo. Bukaneros no es santo de mi devoción ni son los más buenos de convento. Esto no es un artículo en defensa suya. Para nada. Pero lo que sí he visto de ayer a anteayer es una forma muy clara de cómo enfocar una noticia. De cómo se escucha e intenta comprender a una afición, unos valores…y en 24 horas esa misma afición ser prácticamente linchada. O al menos así se sienten. Ni el jugador se mereció con anterioridad ser ‘juzgado’ ni la afición del Rayo se merece lo de ahora. Todo era evitable. Y todo esto tiene un culpable (Raúl Martín Presa) y un interesado (Javier Tebas). La campaña ha empezado.
Solo hay un culpable
De 19:00 horas a 23:00 el Rayo Vallecano fue conocedor del tema y el fichaje se paralizó. En ese momento la directiva rayista debió, ante una mínima duda, desechar la situación sabiendo que esto podía ocurrir (como los casos anteriores que hemos citado).
¿Alguien se imagina a Oleguer jugando en el Real Madrid? ¿No rechazaría la afición ese fichaje? Es el ERROR que ha cometido el Rayo Vallecano. Fichar un jugador, que no se puede asegurar que sea neonazi; pero sí con unas posibilidades muy altas. El error del Rayo y su presidente, siempre el que decide, es mayúsculo.
Pero no. La ‘culpa’ ahora es de la afición del Rayo. El pasado miércoles la gran mayoría de medios intentaban comprender qué había ocurrido. Ayer periodistas de ‘prestigio’ y casi la totalidad de medios nacionales arremetían contra la afición. Y en especial contra Bukaneros.
Ya sabemos el deseo y objetivo de Tebas con los grupos ultras. El presidente de LaLiga ha visto la oportunidad clara para arremeter contra ellos. Unión Rayo y muchos otros medios estuvimos el miércoles en la llegada de Zozulya. Y la ‘única’ y posible coacción fueron tres insultos a la entrada del jugador. Reprochables. Intolerables. Eso lo tenemos todos claro ¿pero una querella criminal por insultos? ¿Detenemos a medio estadio por insultar al árbitro? ¿O esto es como detenemos solo a quién nos interesa por actos en las redes sociales?
Intereses en acción
El resto de lo que se formó en la Ciudad Deportiva fue culpa del Rayo. De no poner límites. De no tener seguridad propia en la Ciudad Deportiva. De permitir reunirse con aficionados desde hace años. De ser un club de Tercera institucionalmente. Unos aficionados que solo advirtieron que no animarían si se realizaba el fichaje. A plantilla y directivos. Ni tomaron la Ciudad Deportiva ni nos tuvieron retenidos a todos los que estuvimos allí. Y repito, la culpa es del Rayo. Si fuera un club serio, no permitiría esas reuniones. O lo harían de otra forma como seguramente hacen otros clubes.
Está claro que el clima social y deportivo ha influido. Y que la afición del Rayo sabe que fichar a Zozulya es una decisión que sí colma el vaso para pedir la marcha de Martín Presa. Que también es una pequeña oportunidad para que la gente vea la realidad del club. Pero es curioso como en 24 horas se ha dado la vuelta a la tortilla. Y cómo el foco ha cambiado. Un foco que ha ido del jugador y a la afición. Seguramente los que menos lo merecían. Y mientras Martín Presa es defendido por medios nacionales y ningún foco hay sobre él. Y hay un momento en el que cambia: desde la intervención de Tebas ayer donde señaló a los ‘culpables’.
Me siento avergonzado de los medios nacionales que siguen sin querer entender qué es el barrio de Vallecas y de no querer saber qué ocurre en verdad en el Rayo Vallecano. Y muy orgulloso de mis compañeros que cubren diariamente la información rayista que batallan solos en unas trincheras complicadas.
Es mi interpretación del asunto. No tienen porqué ser la verdad. Sino las que mis ojos, metidos 5 horas diarias en Vallecas, son capaces de analizar. Todo esto era MUY evitable. Tan solo bastaba con conocer y querer al Rayo.