La vida de Isabel Rubio no se entendería sin el Rayo Vallecano. Desde sus 38 años ha estado ligada al club franjirrojo tras firmar por el Rayo Femenino en el final de su etapa como futbolista. Casi veinte años después su sentimiento es de dolor y tristeza. Se aleja del equipo de toda su vida sin motivos y con una conversación pendiente. Como si de una pareja con la que has estado 20 años te dejara ‘tirada’ sin apenas explicación. Es el grito desagarrador de alguien que pide a gritos ser escuchada.
Abu, como es cariñosamente conocida desde su llegada a Vallecas, ha visto como este verano el Rayo Femenino no la renovaba como delegada del equipo. Aunque, como ha ocurrido otras veces con otras personas, se le daba esperanzas de un arreglo en ‘su situación’. Tras meses de espera rompe su silencio en Unión Rayo, pero lo hace sin rencores; sino para explicarse, y tal vez, esperando que se arregle todo.
Todo comenzó este verano cuando desde el Rayo Vallecano se le traslada un mensaje: “Se me dice que tengo cierta relación con grupos ultras del Rayo que no son precisamente afines al presidente con los que tiene una ‘guerra’ particular. Y eso no gusta en el club. Que no me he portado bien con el club y he sido este año más de equipo que de club“.
“Se me ha llegado criticar que algunos tweets eran ofensivos. “‘Contra viento y marea’ hemos conseguido…” Pues teníamos una lesionada, jugadoras que han jugado medio mal,.. muchas cosas ¿Pero por qué tiene que ser contra el club? Tengo una foto de la época de Perarnau (Marta), que ponía justo eso, “Contra viento y marea defenderemos la Franja como se merece”. Es uno de los slogan míos. Y se me ha criticado eso”.
Ante la imposibilidad de explicarse (“La única manera es hablar directamente con el presidente. Me da pena no hablar con él y que me digan que me echan en cara. Igual se me está acusando de algo y no he hecho nada”), Abu lo hace en nuestro medio: “Primero yo no conozco ningún ultra y si le conozco no se que es un ultra; porque ellos me conocen más a mí que yo a ellos. Si paso por donde están animando les digo “venga animar” pero no sé quienes son ¿Qué me he portado mal? Es mucho decir eso, porque yo cuando dicen que soy más de equipo que de club, para mí es lo mismo. Mi trabajo en el club es defender los intereses de las jugadoras y trabajar para que tengan los mejores desplazamiento, mejores hoteles y las mejores comidas. Para que ellas desarrollen su trabajo como profesionales que es jugar al fútbol. Yo, como delegada, es lo que he estado haciendo”.
“Trato de explicarme y parece ser que el presidente no quiere hablar conmigo. Solo quería explicarme y hablar ¿Qué hice? Reunirme con el club. Me ofrecí como delegada de campo y no de equipo. No tengo que hacer viajes y no gastáis por mí. Os ayudo entre semana y ayudo en todo. Y me ofrecí gratis. Y nunca diré que me ha engañado el Rayo, porque si desde el principio se acuerda eso, es lo que hay. Se me dice que no y que se va a hablar con el presidente a ver si consiguen convencerle de tener algún puesto en el club (….) Insisto y me dicen “espérate” y sigo esperando. Tengo cuatro ofertas de equipo para trabajar y les he dicho a todos que “no””.
A pesar de todo, Abu solo quiere ayudar a la seccion y se ofreció, sabiendo todos los problemas que había, a estar en el primer partido de Liga a principios del mes de septiembre: “Me ofrecí en el primer partido de Liga y fui a ayudar para que todo saliera bien. Creo que la buena voluntad está fuera de toda duda y mi lealtad a la Franja más todavía. De buena a tonta.. hice eso en contra de mi familia porque me dijeron que no lo hiciera. Pero no podía permitir que no pasase nada al menos el primer partido”.
Isabel empezó a jugar al fútbol con 14 años en el barrio de Canillejas en el equipo La Cátedra. Pasó por equipos madrileños como El Simancas, San Blas, CFF Parque de Alcobendas, La Nueva Elipa.. para terminar firmando por el Rayo. Llegó a Vllaecas en 2001 con 38 años como tercera portera y participó en el único ascenso a Primera del Femenino: “Estoy orgullosa que soy una de las porteras del ascenso del Rayo a Primera. Había ganado con otros equipos y ascendido; pero esto era un hito importante”.
“El año fue bueno. Un año espectacular y ascendimos. Carmen (entrenadora) dijo que quien había conseguido el ascenso tenía el derecho a elegir quedarse o irse. Yo elegí quedarme. Esa temporada prácticamente no jugué y en Zamora me rompieron las costillas en una salida, allí estuve lesionada hasta el final. Y mientras cómo tenían que hacer el Femenino B y estaba Víctor; como estaba lesionada empecé a ayudar como delegada. Debo ser una de las fichas más antiguas de España porque tengo ficha desde el año 79. Primero como jugadora y el año que lo dejé como delegada hasta ahora”.
Abu, además de una gran rayista y miembro del cuerpo técnico del Femenino B y el Rayo Femenino durante los últimos 17 años, ha defendido su labor de delegada. Un puesto que a día de hoy no tiene el equipo tras su salida del club. Una dedicacación ‘oculta’ para muchos pero imprescindible para cualquier equipo deportivo: “Tenía un proyecto de coordinación de delegados. Para que se puedan ayudar entre equipos y profesionalizar los delegados del club. Teníamos muchas ideas”.
“He ido a los entrenamientos lloviendo, nevado.. Y no tengo porqué ir. Recojo balones, ayudo, se contrata al hotel y me encargo de todo, de enviar correos, que todo esté preparado, hablar con los autobuses, preparar los vuelos… Hablar con el hotel para las charlas. Yo reviso todo y cuando todos bajan yo ya estoy. Las alergías de las jugadoras, las comidas de cada una… Nada más llegar al campo la primera que bajo soy yo para organizar todo. Partido tras partido. Estas en casa y también hay mucho trabajo. Y lo hace el delegado”.
Pero el trabajo ha aumentado en los últimos años con el crecimiento del fútbol femenino y se necesita de muchas manos: “No damos a basto. La sección necesita personal para trabajar. No estoy diciendo que el Rayo sea el Barça sino tener unos medios adecuados para llevar la sección en condiciones. Y sino no se tenga. Quizá hay que coger el toro por los cuernos y decir “yo no quiero esto”. Y como no quiero, lo deshago. Pero llevarlo y llevarlo mal. Con ofrecer lo mínimo, ya no llega solo con eso. Las jugadoras tienen que cobrar bien por un convenio, ¿Pero… y los cuerpos técnicos? Vamos incluso horas antes. Es injusto que los cuerpos técnicos sean “altruistas”. Eso no es así, no somos una ONG”.
“En junio ya me había sacado el curso de delegado y tenía mis permisos. Para nacional (el B) no lo necesito. Pero estaba preparada para cualquier equipo. Nadie me lo había pedido”, revela Isabel como nota de su profesionalidad.
Y es que Abu se sincera. Ha trabajado ‘gratis‘ durante muchos años en el Rayo Femenino: “El año pasado yo no he cobrado nada. Se me dijo que me iban a pagar algo y no se me ha pagado nada. He trabajado igual. Pero no ha sido el primer año. Yo he trabajado muchos años sin cobrar. Como otros compañeros del cuerpo técnico. Pero yo acepté la situación porque yo quería seguir. Yo he trabajo sin contrato. Me he ido de viajes y no tenía nada con el club”.
“Cuando he estado sin cobrar. Me han dicho no hay, pues estoy. Y no digo nada. Creo que he hecho muchas cosas. Creo que nadie ha hecho más por menos. (..) He dado mucho al Rayo“.
Lógicamente Abu se encuentra más fuera que dentro desde hace meses. La exguardameta se muestra dolida por la forma en la que se está produciendo su salida: “Estoy dolida. Muy dolida y triste. Por las formas. Aunque ya hubo salidas como la de Natalia y Alicia que había salido igual. Me hubiera gustado salir de otra manera. Cada vez me decían que iba a ser ‘la Isi’ del Rayo Femenino. Me parece tan injusto todo de cómo salí. Estoy dolida pero en ningún caso yo quiero perjudicar a la sección. Y nisiquiera tengo rencor al presidente. Me quedo con el cariño de las jugadoras y que han hecho todo lo posible. Y el respeto de los clubes que me están llamando y cuando se enteran tienen buenas palabras hacia mi. La gente de la Franja es estupenda y muchos trabajadores del club. Cada vez que me ve alguien, “¿Cómo no estás?” Me llena todo eso. Las árbitras el otro día me dijeron cómo te echamos de menos”.
“Es cierto que no me veo con otra camiseta pero es verdad que no se acaba el fútbol en el Rayo. Y seguramente más a gusto. Y me están esperando. He querido primero terminar esta etapa. Luego no sé lo que haré. Tengo 57 años ¿Y ahora? No espero que me llame el Rayo, todavía los delegados de la Primera Iberdrola me llaman pensando que sigo en el Rayo. Yo les digo que no estoy en el Rayo“.
Pero a pesar de todo el dolor, Abu borraría todo lo pasado estos meses y seguiría realizando su función: “Si dijera que no quiero volver al Rayo, mentiría. Si me llama el presidente o el que sea para volver… Si me quedara orgullo no volvería aunque me lo pidieran, pero por el Rayo sí. Es lo que me ha pasado estos tres meses. Había gente que me decía esperate, y lo he hecho con la esperanza de volver. Porque veo una necesidad. Necesitan porque no tienen a nadie y yo veo que puedo”.
Casi 20 años de vida representando la Franja y transmitiendo sus valores a canteranas y a futbolistas que han llegado a Vallecas durante tanto tiempo. Un trabajo ‘impagable’ que todo club debería de cuidar. Abu es de esas personas de club que hacen el Rayo más grande y que, además, aman la Franja. No pide nada, solo ser escuchada y, si puede ser, ayudar, de la manera que sea, a su Rayo Femenino.