Caminaba directo al encuentro de mi director cuando me crucé con los autocares de la U.D Las Palmas. Aún no sabía que el amarillo del autobús de cabecera sería lo más llamativo que vería de aquel encuentro.
En la esquina de la puerta de Bukaneros me esperaba Alejandro, y una vez hechos los saludos de rigor, comentada la tristeza de un ambiente desértico en los exteriores del campo y cobrada la paga extra de navidad le pregunté su opinión sobre el choque. Podemos decir que la clavó.
Nuestras tareas obligaban, nos despedimos y empecé a caminar en dirección a un hipermercado cercano a la fuente de la Asamblea. Crucé las canchas de Payaso Fofó donde jugué de joven y al cruzar Javier de Miguel volví a la infancia.
Ahora todo aquello es campo (o parque) . Durante los años de mi niñez aquello era un barrio de casas bajas donde la humildad y el sueño de un mundo mejor resaltaban sobremanera.
En estos días la alegría inundaba sus calles, todo era ruido de panderetas, zambombas y niños pidiendo el aguinaldo, esa propinilla que a duras penas serviría para adquirir chuches, pero divertía a todos el momento y convertía a los niños del mundo obrero en emprendedores por primera vez.
Los jugadores de la Agrupación Deportiva el Rayo, como ya hicieran en Girona tocaron todas las puertas durante el primer cuarto de hora del partido buscando su premio.
Dicen que en Catalunya “la pela es la pela” y quizá por eso allí no obtuvieron el botín merecido, pero es conocida la generosidad vallecana y famosa la hospitalidad canaria, por lo que no encuentro explicación a que el primer tiempo del partido acabara de vacío para los locales.
Pepe Mel no sabía donde meterse. Cada vez que se iba a sentar en el banco se lesionaba un jugador suyo y sus adiestrados no levantaban cabeza.
La presión de los de Iraola dirigida por un líder tan inesperado como eficaz, un notabilísimo Oscar Valentín acogotaba a los grancanarios que pensaban en el frío que hacía, la tarde y el campo tan feos y las pocas ganas de tomar un avión (otro más) de camino a casa.
Isi cogió su fusil y Antoñin su pistola, pero no consiguieron su objetivo y aquello se fue enfriando hasta llegar al descanso.
Comenzábamos todos a pensar en los cambios, a mirar el móvil e incluso a vaciar la jarra de café para evitar caer en los brazos de Morfeo cuando llegó el aguinaldo.
Isi volvió a tocar la zambomba, aporreó la puerta, se adentró en el área y cuando los zagueros le frenaron cerca del máximo castigo, o eso creían, tocó con la punta del borceguí para Antoñin, que celebró la hora de partido con un pase a la red.(1-0).
El equipo amarillo solo había rematado una vez a puerta en todo el partido. Parecía que no había de que preocuparse, pero los cambios del Rayo generaron inquietud. En la afición local .
Qasmi demostró en Teruel que podría ser útil. En partidos de segunda B. Parece algo mental, pero el delantero parece empeñado en fallar goles de un modo cada vez más inverosímil.
Comesaña y Bebé salieron para dar aire al equipo pero el rayista actual que no es pesimista, sino optimista informado tembló con la primera acción de Santi y la visión de la banda derecha, compuesta por Advincula y el 10 de la franja causó una arritmia generalizada en la parroquia local.
No hubo caso. Isi y Bebé dieron amplitud al ataque del Santa Inés y Athuman, internacional keniano de San Bartolomé de Tirajana, creyó que la mejor opción ante la presión del cañón portugués del Rayo era golpear de tacón.
Bebé, que solo lo es de nombre, robó la pelota, se dirigió hacia la meta contraria y cuando los vecinos de la calle Sierra de la Loba esquina con Payaso Fofó se dirigían a llamar de urgencia al cristalero puso el derechazo al palo contrario ahorrándoles el disgusto y con unos días de antelación llegó al portal de Belén. (2-0).
El Rayo obtuvo su aguinaldo en forma de tres puntos e Iraola espera que los reyes magos le traigan al delantero que pidió.
Pepe Mel, lector, escritor y ex-técnico rayista se acordó en ese momento de su admirado Bertold Brecht en “Epitafio para M“.
Escapé de los tiburones y maté a los tigres, pero me devoraron las chinches.
FELIZ NAVIDAD A TODOS. Lo de próspero 2021 me genera dudas.