Texto: Adrián Barrios / @Barrios2326
Si hay un equipo en el fútbol español que representa a la clase obrera, sin lugar a dudas, ese es el Rayo Vallecano. Dos palabras que definen a la perfección a Alejandro Catena Marugán (Móstoles, 1994). Clase, porque es un defensa muy técnico con una depuradísima salida de balón; y obrera, porque es un futbolista salido desde los lodos de la Preferente madrileña que, a base de mucho trabajo, se ha abierto un hueco en la élite.
Altura y salida de balón
Se le define como un futbolista de los que deja huella en vestuario y afición, como buena muestra pueden dar por Móstoles, Navalcarnero, Marbella y Reus. Y es que encaja a la perfección con la idiosincrasia vallecana fuera de los terrenos de juego. Dentro de ellos, se trata de un zaguero férreo y contundente en la marca, poderoso en el juego aéreo gracias a sus 194 centímetros, imponente en duelos y muy bueno sacando el balón desde atrás.
En definitiva, un jugador de equipo con mucha jerarquía, de los que va pisando el verde de manera autoritaria. Con su contratación, Míchel contará con un acorazado más en su ardua guerra por la salvación. Como punto débil, podríamos valorar su escaso pico de aceleración en los primeros metros provocado también por su altura, pero todo siempre muy bien compensado gracias a su buena colocación defensiva.
De Míchel a Míchel, destinado a Vallecas
El de Móstoles parecía destinado a jugar en Vallecas. Y es que desde bien pequeño ya hubo destellos vallecanos, ya que un ex jugador del Rayo se podría erigir como uno de los elementos clave en su carrera: Míchel II. El ex delantero fue su entrenador en su etapa inicial en benjamines, y también fue quien apostó por él en su etapa senior en Tercera, hasta acabar dándole la capitanía del club de toda su formación, el CD Móstoles URJC, con apenas 20 años. Algo que dice mucho del futbolista y de la persona. Ahora será su ex compañero Míchel I el encargado de seguir moldeando este interesante proyecto de central que encaja perfectamente en la línea de fichajes rayistas. Al más puro estilo Michu, Trashorras o Raúl de Tomás: buenos jugadores de Segunda con hambre y proyección de Primera.
Un futbolista que se ha saltado etapas de su carrera a un ritmo impresionante, ya que hace apenas un año estaba jugando en Marbella en Segunda B y ahora está listo para debutar en Primera. Todo esto en el mismo año de su debut en Segunda que acabó con el conocido desenlace fatal del Reus. Un récord express en apenas 365 días que curiosamente comparte con otro futbolista: Enric Gallego, reciente fichaje del Huesca. Además, las estadísticas hablan por sí solas de su rendimiento en su debut en LFP: tercer defensa con más despejes de Segunda (122), uno de los mejores pasadores con un 81% de acierto, en Top-10 en intercepciones y duelos vencidos (63%)…y así un sinfín de números que pueden dar la razón a Cobeño con un movimiento que parece hecho para triunfar en Vallecas.