LA ESCUADRA
Hace tiempo ya dije que había que pasear la franja con orgullo allá donde fuésemos, ya estuviera el equipo bien o mal, haciendo aguas en defensa o siendo rocosos cual equipo italiano, goleando sin piedad o fallando más que Manucho en un mal día. Sin embargo, parece que este año, una buena etapa se avecina. Y digo parece porque algo se atisba. Se asoma con miedo algo de ilusión y veo a los aficionados con esperanza, pero mirando al campo desconfiados sin querer creerse que por fin van a poder disfrutar olvidándose un poco de sufrir con un equipo que, por lo menos, sabe a lo que juega.
Es verdad que venimos de una temporada donde hemos visto ‘caminantes blancos’ con una franja roja sobre el pecho vagar por los campos de segunda división sin saber muy bien qué buscaban o cuál era el objetivo cuando este estaba muy claro, salvarse del infierno de 2ª B. Y es normal que, por ello, a la mínima que vemos algo de criterio con un balón en los pies… Los vallecanos somos gente agradecida, que le vamos a hacer.
Pero cuidado, que esto es muy largo, y en los dos partidos que llevamos hemos visto una defensa propia de juveniles, con errores que harían palidecer al bueno de Mourinho (entiéndase la ironía). Johan Cruyff decía que no le importaba encajar goles, que era todo “muy sencillo: si marcas uno más que tu oponente, ganas”. Un detalle, Cruyff entrenaba a uno de los mejores equipos de la historia, y esto es el Rayo… no siempre se van a marcar tres goles.
A ver, no seamos agoreros. Por momentos, los de Michel juegan bien. Muy bien me atrevería a decir. Mucha movilidad arriba, nadie se esconde, se crean ocasiones… ¡Y todavía tiene que llegar un delantero! Puede ser el año, este sí, yo confío en ello, pero esto es segunda, y esto es Vallecas… el sufrimiento viene de serie, y esta temporada no va a ser menos, y si no, que se lo pregunten a Alberto García.