La ya exjugadora del Rayo Vallecano Femenino y leyenda franjirroja, Ali Gómez, ha atendido a El País en una entrevista sin pelos en la lengua y en la que ha hablado de forma cruda de su vivencia en la casa vallecana.
“Si en general el fútbol femenino ha ido creciendo, en el Rayo yo creo que ha sido todo lo contrario. El presidente [Raúl Martín Presa] no hace nada para que el equipo femenino sea un proyecto fiable y tenga progresión. Si no tratas bien a las jugadoras, se te van a ir a otros clubes y se irán también las niñas, que dejarán de pagar sus cuotas. Además en el Rayo ya lo tienes hecho, ya tienes al equipo y a la afición, pero si no lo cuidas…”, ha explicado Ali.
“Algunas jugadoras del fútbol profesional pueden vivir de ello, pero en el Rayo los sueldos no son suficiente. Si tenemos menos salario, no podemos dedicarnos cien por cien a ello porque tenemos que tener otro trabajo”, continúa.
Además, ha confirmado que no ha recibido ni un solo mensaje del club: “Ni siquiera me van a hacer un homenaje, ni me han llamado ni me han mandado un mensaje directo. Cuando volví de Cádiz mi madre me organizó una fiesta de despedida con mis compañeras y amigas, para mí ese es el homenaje”.
La guardameta se ha visto forzada a retirarse debido a la lesión de rodilla que sufrió, pero en esta entrevista ha confirmado que, si hubiese podido, hubiera continuado: “Sí, yo tenía como objetivo llegar a los 400 partidos con el Rayo, y llegar a superar a Jesús Diego Cota, que tiene el récord de partidos jugados con 403. Esa espinita se me ha quedado”.
Ya hablando del fútbol femenino en general, analizó la situación desde su punto de vista. “En general se ha dado un gran cambio. Antes era muy difícil tener una referente femenino, ahora hay niñas que vienen a vernos al Rayo y nos tienen de referente. De hecho les preguntas por alguien del masculino que les guste y no saben decirte. “Quiero ser como Ali, como Jennifer Hermoso”, por ejemplo. Eso no tiene precio, eso es un logro: que las niñas piensen que pueden ser futbolistas”, finalizó.