El Girona necesita ganar ya. Son cinco partidos los que llevan los catalanes sin conocer la victoria –tres empates y dos derrotas– y la necesidad aprieta. En el último empate en Anoeta el equipo dejó una mala imagen, pero al menos se dejó la portería a cero, uno de los anhelos de Eusebio, ya que sólo había ocurrido en dos partidos hasta el momento.
En lo deportivo, Eusebio no podrá contar con Álex Granell, que lleva tres semanas con molestias musculares sin entrenar con el grupo (de hecho esta semana se ha ejercitado al margen), ni con Stuani. El pichichi de la competición volvió tocado del parón de selecciones y, aunque participó unos minutos en la última jornada, ha recaído y no ha pasado las pruebas correspondientes.
Por tanto, en punta de ataque, Lozano será titular, ya que Doumbia tuvo su oportunidad en Anoeta pero estuvo completamente desaparecido y su rendimiento dejó mucho que desear. ¿El esquema? 5-3-2 con dos carrileros de mucho recorrido como son Aday y el exrayista Pedro Porro.
Por otra parte, Ramalho volverá a ser titular en el centro de la zaga después de haber estado lesionado. Además, se espera que mañana llueva mucho y los de Míchel se encuentren con un terreno de juego muy rápido.
Partido muy importante que en Girona se toma como una final. El club catalán se encuentra coqueteando con el descenso y sólo suma una victoria en casa hasta ahora (frente al Celta). Ahora, buscan tres puntos que vuelvan a enganchar a la afición.