El Rayo Vallecano es una de las sensaciones de La Liga y la afición tiene la moral por las nubes. En este estado de euforia del barrio el equipo viaja para enfrentarse a Osasuna. Este desplazamiento siempre es complicado y el campo aprieta al equipo hasta el final.
El conjunto rojillo no ha conseguido, por ahora, hacer de El Sadar un fortín. En esta campaña todavía no ha ganado ningún partido ante su afición y esto no venia siendo lo normal en temporadas anteriores. En cuatro enfrentamientos ante su afición, han encajado cuatro goles. Fuera de casa, la imagen es totalmente diferente, y el cuadro rojillo se convierte en un rodillo.
En su último choque cosecharon los tres puntos, ante el Mallorca, en un partido loco que estuvo plagado de ocasiones para ambos equipos. Los de Arrasate disfrutan en el ida y vuelta. Despliegan un juego muy directo y en muy pocos pases se plantan en el área rival. Los balones a la espalda de la defensa son uno de los recursos del equipo y suelen estar recogidos por los jugadores de las bandas para, a continuación, servir centros al corazón del área.
Este tipo de juego pasa factura al equipo. Les condena la falta de solidez defensiva, que venía siendo, una seña de identidad del equipo. Los rivales les generan ocasiones de peligro con mucha facilidad y la defensa no se encuentra en su posición cuando les atacan. Esta falta de posicionamiento les sale muy caro y encajan demasiados goles.
El encuentro se disputará el sábado dos de octubre a las 14:00 horas en el Estadio del Sadar. La franja quiere continuar con buena racha y sellar la salvación cuanto antes para, luego, soñar con algo mas. El Osasuna busca su ansiada victoria ante su afición.