La Liga está casi imposible, pero el Rayo Vallecano Juvenil A no se rinde y quiere estar en la Copa del Rey. Queda poco para el fin de la competición regular, y los de Ángel Dongil parece que lo tienen claro: la mirada está puesta en la competición del KO. Frente al Aravaca se llevo tres puntos en un partido que dominó de cabo a rabo (0-2), con goles de Álex Cano y otro en propia puerta.
Los primeros compases del choque fueron raros. Nerviosos, más bien. Ninguno de los dos equipos dominaba y el balón en largo abundaba. Sin embargo, la única área que se pisaba era la local. Poco a poco, el Rayo Vallecano fue cogiendo protagonismo y llegando con mucho más peligro, hasta que llegó el de siempre. Esta vez no fue muy ortodoxo. No fue su gol más bonito. Pero fue gol, que es lo importante.
Álex Cano aprovechó una serie de rebotes para subir el 0-1 al marcador. La rabia con la que celebró el gol todo el equipo franjirrojo lo dejó claro: era un partido crucial. Y es que este equipo lo ha pasado muy mal. Los malos resultados aprietan a cualquiera, pero los de Dongil han sabido levantarse.
Ya en la segunda parte, el Aravaca se hizo el harakiri con un gol en propia que sentenció el encuentro. Con el 0-2 a favor, el Rayo jugó más a la contra buscando la velocidad de sus hombres de arriba. Los locales probaron a Miguel Morro en alguna ocasión y el internacional sub 19 estuvo a la altura. Aquí hay portero. Qué seguridad.
Con esta victoria, los franjirrojos siguen en la pelea por entrar en la Copa. A día de hoy, están dentro. La lucha sigue y, actualmente, marchan terceros en el Grupo V de División de Honor, solo por detrás de Atlético de Madrid y Real Madrid.