El Rayo Vallecano B puso fin a la temporada 2017/2018 con una victoria (1-0) en la vuelta de la primera ronda de los playoffs de ascenso a Segunda B, que no le valió para dar la vuelta a la eliminatoria, quedando eliminado ante la Sociedad Deportiva Ejea. Aún así, la temporada del filial vallecano ha sido casi perfecta y en Unión Rayo la analizamos.
Tras la complicada temporada pasada, en la que el Rayo B consiguió la permanencia en la penúltima jornada, tocaba cambiar cosas de cara a un año que se esperaba muy prometedor. Y que así lo fue. Lo primero de todo fue la llegada de Luis Cembranos al banquillo franjirrojo, ocupando así el lugar que había dejado Juanvi Peinado.
El ex jugador del Rayo Vallecano y de la Selección Española, se puso al frente de un banquillo que contaba con muchos jugadores jóvenes en sus filas, a los que se le unían varios veteranos. El primer reto de Luis era el de hacer creer a la plantilla del potencial que tenían, algo que logró muy prontito.
No comenzó bien la temporada, pues en el primer partido el conjunto vallecano caía derrota 2-1 frente al Trival Valderas. Fue a partir de la cuarta jornada cuando el Rayo B consiguió sus mejores números. Diez jornadas consecutivas sin conocer la derrota, con ocho victorias seguidas y ocho encuentros consecutivos sin conceder ningún gol en contra. Algo que le hizo auparse al liderato de la clasificación, aunque no por mucho tiempo.
El Rayo B finalmente terminó la temporada en tercera posición con 74 puntos, llegando con opciones de levantar el título en la última jornada, donde cayó derrotado (3-0) frente al Getafe B. El filial terminó la liga como el tercer equipo más goleador, con 63 tantos, por detrás de los 65 del Alcorcón B o los 67 del Getafe B. Además, el conjunto de Luis Cembranos ha terminado la temporada como el segundo conjunto menos goleado con 31 tantos, empatado con el Getafe B y lejos de los 21 del Internacional de Madrid.
Unos números que se han conseguido gracias en parte a un hombre: Luis Cembranos. El técnico del filial ha sabido hacer un equipo que además de formarse, compite en tercera división. Un equipo sólido defensivamente, y con ritmo y posesión en las zonas de ataque. Además, Cembranos ha conseguido que todos los jugadores se sientan cómodos en el vestuario, gracias en parte a sus rotaciones. Todos los jugadores de la plantilla han disputado un número considerable de minutos, sin contar a los lesionados como Puertas o Kalvin, que estuvieron casi toda la temporada alejado de los terrenos de juego.
Cembranos ha logrado que todos sus jugadores disputen al menos diez encuentros en la temporada, algo muy difícil de conseguir en un filial, y más aún en esta complicada liga. Pero esta confianza depositada en sus hombres, ha permitido al técnico contar con todos para el final de temporada, donde han realizado grandes encuentros.
Mena, Pipe, Bolaños, Raúl, Villacañas, Villalón, Lucho, Chino, Dani Ramos, Dani García, Carrasco, Hornero, Jean Jules, Kike, Mario, Arango, Manrique, Filipe, Sergio Moreno, Benito, Puertas, Kalvin. Muchos nombres propios, pero ante todo una FAMILIA que ha sabido levantarse en los momentos más difíciles, cuando apenas nadie confiaba en ellos y que nos han brindado una temporada casi perfecta. Gracias por hacerme disfrutar cada domingo. Gracias por defender la franja por todo Madrid. Gracias por todo y hasta la temporada que viene.