Un ruido ensordecedor llenaba todos los rincones del estadio. La hinchada no cejaba en sus ánimos a los jugadores franjirrojos en otra batalla dramática. Esta no era una batalla Este-Oeste. Ni una guerra entre verdes y amarillos. Era un Norte-Sur más que geográfico económico. Los visitantes no tenían anillos pero sí un estadio alicatado hasta el techo. Los locales, …, ya se sabe.
Anfitriones y huéspedes mantenían un odio inmortal y enfermizo. El del nuevo rico contra el que defendió su pan.
La competencia fue feroz. Cuando la fiebre amarilla atacaba la afición coreaba “De-fence”. Cuando el Santa Inés lo hacía gritaba “Beat LA”. Estuvo a punto con una llegada de Mario. Aún más cerca con la media vuelta de Andrés. Pero todos temimos que apareciese la Mamba.
La Mamba está en todas partes. Estuvo ayer en la pierna izquierda de Quintillá, picando pero finalmente sin veneno. Luego apareció con la velocidad de Fer Niño, que pareció el 24 saliendo de un bloqueo para adelantarse a Martín Pascual. (0-1).
Su picadura fue mortal a pies de su heredero ayer en el fondo de Muñoz Díaz, el mayor talento en la cancha, Don Santiago Cazorla que dio un pase a la red. (0-2).
Por megafonía al final llegó el siguiente anuncio:
La SAD quiere recordar a todos sus aficionados que la introducción de cualquier tipo de pancarta en el Estadio necesita la autorización previa del Club y su posterior aprobación por parte de la coordinadora de seguridad, en los plaz…”. Perdón, no era éste. Atentos:
” Los jugadores de ambos equipos han lucido el dorsal 24 en honor de Prudencia Priego y Kobe Bryant respectivamente. El equipo arbitral en honor a los errores del VAR en la temporada”.