Durante toda la temporada el césped del campo de entrenamiento del primer equipo del Rayo Vallecano ha sido un quebradero de cabeza. Congelado, lleno de barro, lleno de arena… ha pasado por todos los estados posibles. De hecho, el conjunto franjirrojo llegó a tener que irse a entrenar fuera.
Pues bien, ahora, comienzan a darle remedio. El club franjirrojo está cambiando parte del césped de la Ciudad Deportiva. La intención es que esté en perfectas condiciones para la vuelta al trabajo tras el último partido ante el Celta que cierra la temporada.
En ese campo solía jugar el Rayo B, pero por su mal estado tuvo que dejar de ser así en muchas jornadas. Con este cambio, la situación podría arreglarse.