Este domingo la Ciudad Deportiva del Rayo Vallecano se preparaba para disfrutar de doble partido por la mañana. A las 11:00 el Rayo Femenino recibía al Levante y a las 13:30 el filial hacia lo propio con el Parla. En el segundo partido durante el descanso surgió la polémica mientras se rondaban los 25ºC.
Ya en la entrada para ver el partido del filial surgía una pequeña polémica. Como es habitual, no se podía introducir a la grada ningún tipo de bebida o comida. No gustó a parte de la afición debido al horario, muchos esperaban comer mientras disfrutaban del partido de Tercera RFEF.
El partido transcurrió sin problemas bajo un sol radiante que podía llegar a ser exagerado en algunos momentos. Cuando el colegiado pitó el final del primer tiempo muchos aficionados dejaron sus asientos para intentar salir de la ciudad deportiva en busca de agua. Al llegar a la puerta se encontraron con la sorpresa de que no podían abandonar la ciudad deportiva, si lo hacían no podían regresar. Son las normas.
Ante esta respuesta los aficionados no pudieron hacer más que seguir soportando el calor sin solución. La ciudad deportiva no cuenta con bar ni máquina expendedora que permita comprar una botella de agua. Ni agua ni nada. Muchos optaron por ir al baño para refrescarse antes de la segunda parte. El bonito gesto estuvo en algunos jugadores fuera de convocatoria como Diego Lorenzo, que volvió a la grada con botellas de agua para algunos de los aficionados.
Cabe mencionar también que los trabajadores del club que controlan el acceso a la ciudad deportiva tampoco contaban con la pérgola que suelen tener. Esto provocaba que además de las pocas opciones para refrescarse tampoco hubiese muchas zonas de sombra disponibles en la Ciudad Deportiva.