Pedro Oliva fue uno de los conductores de los dos autobuses que intentaron desplazar al Rayo Vallecano a Miranda de Ebro para el partido contra el Mirandés. El chófer ha hablado este sábado en Carrusel de la Cadena SER y ha explicado lo vivido:
“Salimos como las 19:15h de la Ciudad Deportiva. Ya en la A-3 estaba mal y en la M-40 fuimos llegando como pudimos. En la salida de A-1 los coches ya patinaban y nos hicieron parar. El bus es diferente a un coche y ya no arrancaba una vez parado. Entonces tuvimos que parar a poner cadenas. Gracias a cuerpo técnico y jugadores que nos ayudaron a ponerlas. Luego a mover coches porque estaba cruzados y no pudimos avanzar”
“Las máquinas quitanieves no podían pasar. Algunos coches nos seguían a nosotros porque con las cadenas levantábamos la nieve”
“Mi compañero y yo sabíamos que no ibamos a salir de Madrid. Conocemos la carretera y estábamos acostumbrados a los temporales. Llegamos hasta Alcobendas y nos tuvimos que salir en la M-11 porque la M-40 estaba cortada. Luego por Vicálvaro para llegar de nuevo a la Ciudad Deportiva. Unos 16 kilómetros del centro de Madrid”
“Se me partió una cadena. Llamé a mi compañero corriendo y recogió a la otra parte del equipo. Yo estaba cerca de mi garaje y pude llegar. No teníamos medios para ir a casa y nos quedamos en el garaje. He vuelto hoy a casa”