“Aunque el otoño de la historia cubra vuestras tumbas con el aparente polvo del olvido,jamás renunciaremos ni al más viejo de nuestros sueños” (Miguel Hernández)
Cada vez que Osasuna se enfrenta al Rayo Vallecano siento un cosquilleo especial. Uno de los pocos recuerdos que tengo de mi abuelo, pamplonica de nacimiento, nómada involuntario y vallecano hasta su muerte fue la atención que este niño mostraba ante las historias que el anciano padre de su madre le contaba sobre el equipo rojillo.
Me creí a pies juntillas sus galopadas por la banda por el campo de San Juan e incluso le imagino marcando un gol el 14 de abril de 1931,el día que nació la II República Española. Se me cae el mito cuando reviso el calendario y descubro que ese día fue martes.
Luego leí que se le atribuye a Eladio Zilbeti,co-fundador, el nombre de Osasuna (Salud), que Zilbeti fue fusilado en el 37, en plena guerra civil, y supe que el partido sería una escusa para mí para saber algo más de historia,de mis origenes y dada la fecha un homenaje casual a su figura.
No deja de ser paradójico que Osasuna jugara en Vallecas el día de la segunda republica justo el año en que el equipo rojillo disputará la segunda final de Copa del Rey de su historia. Como no podía ser de otro modo, perdió.
El Rayo Vallecano derrotó a Osasuna por dos goles a uno dando al equipo rojillo la misma medicina que recibió por parte del Atlético de Madrid cinco días antes. Si en dos minutos el Rayo sufrió dos directos que le dejaron grogui frente a los de Simeone, el equipo de Iraola mejoró la fórmula y puso los cimientos de una victoria balsámica en dos acciones buenas pero raras,casi caprichosas,que dejaron muy a las claras las llaves maestras del milagro de Andoni.
Tiene narices que el primer gol del Rayo llegara en el 39. Balliu recordó por unos instantes al de sus inicios en el barrio, llegó hasta el fondo y puso el balón atrás. Isi, para el fútbol al menos muy de izquierdas golpeó de derechas y la pelota, defectuosa llegó a Trejo. Las narices del gol fueron las del capitán que mezcla de garra,osadía y talento se las apañó para que Aridane,roca guanche curtida en el norte perdiera la compostura y forzadísimo anotará el primer tanto en propia meta.
Cuando se habla de la figura de Sergio Camello muchos se llevan las manos a la cabeza. No entienden porque el 34 tiene sentados en el banco a Falcao o RDT. Sus detractores echan en falta algo de gol, pero el segundo gol del Rayo fue “suyo”. Metido en su papel de mosca cojonera disputó un balón de Fran García, obligó a Aridane a dar un pelotazo con sentido La Luna, obligó a Nacho Vidal despejar directo al punto de penalti y permitió a Isi salir en los highlights tras el tremendo zurdazo de inverosímil escorzo que acabó en las redes de Aitor.
Mientras llegaba el descanso mi cabeza intentaba procesar los resultados de mi investigación. La gracia (o desgracia) de Internet es que con meter unos apellidos en Google puedes descubrir cosas que de pequeño te ahorraron.
Hasta hace poco mi curiosidad había quedado satisfecha con saber que los apellidos de mi abuelo, Mugica Gorricho vienen a ser en euskera la perfecta traducción de mi rostro, albaricoque rojizo. Ayer confirmé que mi abuelo estuvo en la cárcel dos veces durante el franquismo,que su padre fue condecorado por Alfonso XIII al ser maestro de capilla de una de sus bodas (menudo jeta el Borbón), director del Orfeón Pamplonés, hijo adoptivo de Pamplona con calle a su nombre, de nuevo condecorado y progenitor de familia numerosa con descendientes de tronío (busquen a Remigio Múgica Múgica, tiene página en la Wiki,un genio mi bisa). Como contrapartida,y ante la ausencia de información sobre su esposa puedo decir que mi admirable bisabuela se apellidó “Rojillo” Lorca. Difícil quererla más.
Por suerte para los lectores de este texto y aficionados en general llegó el segundo tiempo del partido y el rayismo pareció no sufrir demasiado hasta que a Moisés Gómez (Moi) le dio por abrir las aguas con un zurdazo a la escuadra de Dimitrievski. Cundió el pánico por unos minutos hasta que Pathé Ciss entró al partido y se apoderó de él del modo en que esperanzó a la grada al inicio de la temporada. El senegalés fue el socio de todos,ganó duelos y minimizó el poderío navarrico. Luego entraron Salvi, Chavarría y Falcao, ¡sí, Falcao!, para estorbar. Dice mucho de unos y poco de otros que Radamel Falcao García entrara a la cancha para jugar diez minutos, entendiendo perfectamente sus obligaciones, trabajando duro para su equipo, sin margen para lucir pero con margen para pelear pelotazos, chocar con rivales y demostrar ser un buen profesional.
Del final solo queda recordar el alivio por los tres puntos(llegaron los 40 con Primavera Sound), las ganas de visitar Navarrería 16 algún día (orgullo de familia, disculpen la chapa) y sentir la emoción de haber podido brindar con el capitán Oscar Trejo por lo que probablemente será el año del centenario en primera. El 8 compartió un rato con amigos de la franja en una muestra más de su cariño a la franja y al rayismo. Gracias Belu.
Salud.
PD: Ojalá la tengas, Deli.