Mi hijo pequeño me lo avanzó. De camino al colegio pasamos por delante de una obra y el cada vez más pequeño heredero me adelantó el esquema de Sandoval. “¿Sabes qué pasa cuando no mueves el cemento? Se endurece y ya no hay nada que hacer”. Eso es el Fuenla, un equipo mas incómodo que llegar a casa tras una hora buscando aparcamiento con unas terribles ganas de ir al baño y encontrarte una representación mayoritaria de tu familia numerosa haciendo cola en plan garito malasañero.
Iraola pensó que para qué romper el muro. Mejor quebrar la puerta y para ello se suele utilizar un ariete. Ubicó en punta a Ulloa, e intentó remover el hormigón con Suarez, Trejo y Pozo por el centro e Isi y Álvaro por los costados.
No parecía haber manera y las peores pesadillas del aficionado franjirrojo parecieron hacerse realidad. Ese momento en el que rayista piensa “ahora hacemos una cagada, se ponen por delante y hasta luego, Mari Carmen”. El minuto de terror patrocinado por Calle 13 llegó obra de Esteban Saveljich, que por un momento se creyó Hulk Hogan en la Wrestlemania no sé cuantos y cargó con un exceso de celo, hombros y brazos al delantero azulón. En su cabeza sonó bien, el rival rebota contra las cuerdas , luego un supplex, una cuenta de tres y combate ganado. Como quiera que esto no es lucha libre sino fútbol y el colegiado de turno señaló penal.
Iban Salvador, que eso iba a ser para su equipo tomó el balón para lanzar y Dimi, que recientemente había leído “Sin Noticias de Gurb” de Eduardo Mendoza se disfrazó de Marta Sánchez primero y el Conde Duque de Olivares después, pero viendo que no funcionaba paso al plan B. Digno de María Moliner y con el gesto grave de Lázaro Carreter le preguntó a Salvador si sabía lo que era un anagrama. Iban no hacía caso , pero Stole entre protesta y protesta se lo explicó con acento macedonio del norte. “Un anagrama es cuando usas dos palabras que tienen las mismas letras en distinto orden”. El crack fuenlabreño se rió y pareció interesarse “¿Ah, sí?, ponme un ejemplo”. “Lo tienes delante. Tus dos compañeros, Nteka y Kante, mismas letras distinto orden”. Al delantero ecuatoguineano de Hospitalet le estalló la cabeza buscando anagramas con su nombre, lanzó colocado pero no muy fuerte y Dimi detuvo el lanzamiento.
El Rayo Vallecano continuó intentando quebrar el muro fuenlabreño pero carecía de maquinaria pesada, algo tenía que ocurrir para que aquello cambiase. Casi por suerte ocurrió. Sotillo, uno de los marcadores visitantes tuvo que ser sustituido y la defensa de cinco hombres de Sandoval restó un jugador a su bloque. Casi a renglón seguido el Rayo acumuló artillería con Andrés y Antoñín y algo de frescura con Comesaña y algo cambió.
A veces hay que desubicar las cosas para que salgan . Tienes un delantero centro al que no le caen balones, lo cambias y acto seguido metes un balón al área de los de 9 puro, llega Andrés y lo remata picado al palo (1-0). Son cosas de la vida, como que el Rayo tenga a un goleador almeriense que viene de Córdoba, otro malagueño que viene de Granada y un extremo sevillano que viene de Cádiz.
El Fuenla intentó el empate, pero en menos de un minuto Dimi hizó otro paradón, Rosic falló en un despeje, Andrés profundizó y sirvió para Antoñín que sentenció el partido (2-0).
La triple AAA andaluza del Rayo le dio los tres puntos a la franja, que sigue en casa con la mejor calificación a la espera de mejorar el rating como visitante, mientras que el Fuenla se quedó con las ganas, las mismas que Salvador que al despedirse en vestuarios de Dimi le preguntó si sabía algún anagrama más y le dijo , triste, que no era capaz de sacar uno de su nombre. El portero rayista muerto de risa le dijo que sí, que el suyo era Telos.
Telos (del griego τέλος, ‘fin’, ‘objetivo’ o ‘propósito’) es el fin o propósito, en un sentido bastante restringido utilizado por filósofos como Aristóteles