Año nuevo; Rayo Vallecano peor. Irreconocible. Tal vez fue la agitación de la semana, envuelta por un mar de PCRs que acabó saturando, agotando; tal vez fue la ausencia de Catena (confinado) y Trejo (suplente por la falta de entrenamientos), remos mayores del Santa Inés; o tal vez fue, simplemente, que hasta el Rayo tiene días malos. Como todos. Pero lo cierto es que el dies horribilis arrebató a la Franja su lujosa butaca de Champions, donde los vallecanos se tomaron sus uvas. El espíritu del Matagigantes también dio positivo y se ausentó de la batalla del Metropolitano. Faltó cuando más hacía falta. Y no hubo heroica; porque directamente no hubo partido.
Iraola, uno de los más de 20 infectados que ha tenido el Rayo esta semana entre jugadores y cuerpo técnico, al final dribló a la maldición y pudo conformar un once de garantías, aunque condicionado por la falta de ritmo de muchos jugadores. Dimi y Trejo, tras recibir el ‘ok’ de LaLiga sobre la bocina, entraron en nómina, pero empezaron desde el banquillo. Como Mario Suárez, Bebé y Falcao, negativos de última hora. Nombres como Luca, Maras, Kevin Rodrigues o Unai López entraron en escena, reforzando un equipo con doble lateral izquierdo que fue de todo menos ese Rayo valeroso. Intrépido. La Franja acabó el partido con 0 disparos a puerta y sin apenas pisar el campo rival. Overbooking en el vuelo a Liverpool.
Porque todo fue del Atleti, que se permitió el lujo de perdonar dos clamorosas, a modo de aperitivo, antes del manjar. Luca regaló el balón en la salida para ver como a Suárez se le marchó largo el control; y el propio uruguayo yerró también la segunda, picando mal una vaselina cuando estaba solo ante el portero, todo, después de robarle la cartera a Saveljich. Doblete de uys antes de que Correa, inclemente y astuto, se llevase el balón entre una maraña de piernas y marcase con un disparo entre las piernas de Zidane. Iraola movió ficha en el descanso, dando entrada a Andrés Martín por Isi (malestar).
Y apenas dio tiempo a ver un Rayo diferente. En 10 minutos Correa puso firma a su doblete y broche al partido: centró Lodi y remató en carrera el argentino, imposible para Luca. Lemar, percutiendo por la izquierda y ganándole la posición a Balliu, no acertó para hacer el tercero. Tampoco Carrasco, que soltó un obús directo a la madera. La entrada de Trejo y Bebé le sentó bien a la Franja, que mejoró livianamente, pero el asunto andaba tan negro que sólo se pudo pasar a un gris oscuro. Maquillaje. En el minuto 70 las dudas sobre si Oblak estaba en el césped resultaban lógicas, pues el dato era demoledor: 0 disparos a puerta del Rayo.
Ese número no se movió. Y con el Atleti manejando el timón a su antojo, se llegó al final. Antes, emocionante homenaje a Falcao, con un cuarto de hora de fútbol tras recibir una atronadora ovación de la que fue su familia. Y debut de Aguirre, una de las perlas de la ‘Kantera’. El Atlético se llevó el derbi y arrebató la cuarta plaza al Rayo, cuyos próximos días serán de aúpa: visita a Anduva en vísperas de Reyes y recibimiento al Betis el próximo domingo (14:00 horas, Movistar LaLiga). Lo siguiente será visitar al Camp Nou y luego, recibir al Athletic. A la Franja, más que la cuesta de enero, le viene el Tourmalet de enero.