“El descenso saluda a Vallecas”
El Rayo Vallecano empató 2-2 ante el Huesca en la decimoquinta jornada de LaLiga 1|2|3 en el estadio de Vallecas. Los de Baraja remontaron el gol inicial de Borja Lázaro con dos goles de Ebert, pero el delantero visitante puso las tablas con un jugador aragonés menos sobre el césped.
De nuevo llovía. El estreno de Rubén Baraja en Vallecas recordaba al último partido de José Ramón Sandoval como técnico rayista. Poco público, partido gris y poca motivación en el ambiente. Baraja sorprendió con su alineación dejando en el banco a Galán y Cristaldo (y Mojica que no estaba convocado); y dando entrada a Quini, Dorado (por el lesionado Amaya), Ebert y Miku. Los primeros minutos fueron buenos de la franja. Ebert, de los más activos en la primera mitad, encontró a Manucho en el área, pero el cabezazo del angoleño fue manso a la manos de Herrera. Minutos después fue el alemán quien intentó marcar en un mano a mano al guardameta visitante, pero el portero despejó con los pies; y Manucho, algo forzado, no pudo rematar entre los tres palos en el rechace. El encuentro se paró, pero no por culpa del Rayo. El colegiado Cuadra Fernández tuvo que ser sustituído por el cuarto árbitro Nieva López. Aunque el partido perdió ritmo los de Vallecas seguían siendo superiores con el balón y creando peligro arriba; como un centro de Alex Moreno que Manucho está cerca de rematar o un disparo cruzado de Miku que salió rozando el palo derecho de Herrera. El Rayo no aprovechó sus oportunidades y lo pagó. Error de Zuculini que pierde el balón ante Samu Sáiz quien pone un centro al punto de penalti y Borja Lázaro, tras un rechace, bate a Gazzaniga. El nerviosismo comenzaba en el templo rayista y los visitantes están cerca de poner el segundo, pero esta vez Gazzaniga evita el tanto con una gran estirada tras un latigazo desde la frontal de Ferreiro. El partido estaba muy feo para los de Baraja; pero un error del Brezancic y otro del colegiado cambió el encuentro. El zaguero visitante, que había visto una amarilla hacía dos minutos, derribó a Ebert en el área y cometió la pena máxima. Lo siguiente lo hizo el árbitro condenando al Huesca señalando el máximo castigo y expulsando al jugador. El Rayo lo aprovechó y Ebert rompió el “maleficio” rayista desde los once metros y empató el encuentro. Anquela movió banquillo perdiendo pólvora en ataque y fueron los de Vallecas quienes dominaron el resto de primera mitad. Zuculini con un disparo lejano alto y Manucho con un buen cabezazo que cerca estuvo de encontrar la escuadra, pudieron dar la vuelta al marcador. Llegaba el descanso y los de Baraja tenían un gran oportunidad de lograr a victoria.
Tras la reanudación Baraja sentó a Zuculini y dio entrada a un ovacionado canterano Beltrán. La afición agradeció el cambio. Los de Vallecas se hicieron dueños del balón y Rat fue el primero en intentarlo, pero su remate lo despejó Herrera y en el rechace Ebert estuvo cerca de empujar el balón; pero un defensa se le anticipó. Todo era positivo, pero el Rayo seguía con el empate en el marcador y los minutos pasaban. Pero pronto apareció de nuevo Ebert, el hombre del partido, quien bajó en el segundo palo un centro de Alex Moreno desde la izquierda y batió a Herrera cruzando la pelota. Vallecas lo celebraba y la victoria se veía cerca. Pero el mazazo llegaba minutos después. Nagore puso un centro desde a derecha y Borja Lázaro se elevó entre los centrales para poner el 2-2 en el marcador. Vallecas no se lo creía. Baraja tuvo que arriesgar, y con uno más sobre el campo, quitó a Dorado sacando a Lass y colocando defensa de tres sobre el césped. El Rayo iba con todo. Ebert buscó el hat-trick, pero Herrera detuvo el lanzamiento desde lejos. El técnico rayista, a la desesperada, metió a Javi Guerra por el alemán y terminaría el encuentro con un 3-4-3, tres delanteros en busca del ansiado gol. El Rayo no podía con un equipo con un jugador menos. Manucho la tuvo a falta de cinco minutos, pero el angoleño mandó alto un balón dentro del área tras un centro desde la derecha. La afición se desperaba con el poco acierto rayista y la pérdida de tiempo visitante. Para colmo en el descuento Bambock pudo poner el 2-3 pero su remate desde el punto de penalti se marchó por encima de la portería de Gazzaniga. Llegaba el final y parte de la afición mostraba su descontento. No había “efecto Baraja”. Por ahora.
Con este resultado los de Baraja suman su cuarto partido sin ganar consecutivo. El Rayo se sitúa en la zona baja y podría caer en los puestos de descenso a Segunda B si el Mirandés gana su partido que cierra la jornada.