Paseo de campeones
El Rayo Vallecano no dio la talla en Tarragona… ni falta que hizo. EL conjunto franjirrojo, plagado de suplentes, no pudo con el Nástic (2-0), pero la victoria del Oviedo frente al Huesca por 2-1 les hizo ser campeones de La Liga 1/2/3. Más de 90 años después, llegó el día. Por primera vez en su historia, los rayistas consiguieron un título oficial. Poco importaron los tantos de Álvaro Vázquez y de Barreiro… Vallecas tenía su ansiado trofeo.
Bebé y diez más
El objetivo del ascenso conseguido, celebraciones y visitas protocolarias a lo largo de la semana, diez futbolistas que no fueron titulares frente al Lugo… 1-0 en el minuto 12.
Cuando tus mejores jugadores están en casa o en el banquillo, es difícil, y si a eso le sumas un rival que se juega el descenso y que tiene a un delantero como Álvaro Vázquez que remata a las mil maravillas, la ecuación se despeja fácil: gol del ariete catalán a las primeras de cambio.
A todo esto, el Huesca perdía 1-0 en Oviedo, y al Rayo le valía incluso la derrota para ser campeón… y la intensidad de los de Míchel iba en consonancia. El Nástic campaba a sus anchas y el segundo estaba caer. Y cayó. Golazo de tijera de Barreiro tras un centro desde la parte derecha del ataque tarraconense que dejó helado a Mario.
El Nou Estadi hacía la ola al son del juego de los suyos, mientras que los habituales suplentes franjirrojos justificaban el porqué de su poca participación a lo largo de la temporada.
El Rayo no es el único
Críticas aparte, lo que se estaba viendo en tierras catalanas no es nada nuevo. Le sucedió al Huesca frente al propio Nástic, le estaba sucediendo al propio equipo oscense frente al Oviedo y el Rayo Vallecano era más de lo mismo. Con el ascenso en el bote y a falta de una jornada, se piensa más en las vacaciones que en otra cosa. Es normal.
Con más de 11.000 almas en las gradas, los locales siguieron a lo suyo en la segunda parte. Intensidad, intensidad y más intensidad. Mientras, el Huesca seguía perdiendo, y el Rayo se acercaba cada vez más a lo nunca visto: un título oficial en las vitrinas de Vallecas.
Como un refresco aguado
A falta de 15 minutos, el choque perdió el poco gas que tenía. Chori Domínguez vio la segunda amarilla por protestar en el que puede haber sido su último encuentro con la casaca del Rayo y el Oviedo anotó el segundo. Con todo el pescado vendido, ambos conjuntos se limitaron a dejar correr el cronómetro.
Finalmente, el Nástic se llevó la victoria y la permanencia, mientras que el Rayo Vallecano se llevó el título liguero. Todos contentos. Punto y final a una temporada espectacular que pasará a la historia franjirroja como el año donde se consiguió un ascenso y el primer entorchado oficial de su larga vida.