‘El Rayo rescata un punto de Pucela’
Como quien achica agua de un bote. 20 minutos estuvieron los de Míchel con uno menos desde la expulsión de Velázquez. 20 angustiosos minutos donde los franjirrojos echaban balones fuera como si no hubiera un mañana. Los goles de Mata para el Valladolid y de Raúl de Tomás para el Rayo Vallecano, ambos de penalti, habían puesto el 1-1 y los visitantes apretaban, pero la roja lo cambió todo. Los inmediatos perseguidores de los rayistas habían pinchado y el punto sabía a gloria. Finalmente se llegó a la orilla.
Con Quini en el recuerdo
En Zorrilla se olía en el aire el aroma a tarde grande, de esas que marcan ascensos. La fabrica de recuerdos estaba en marcha. De hecho, con el recuerdo a un grande comenzaba la tarde. Silencio atronador de esos sin música, como deben ser, en memoria de Enrique Castro, Quini, uno de los mejores delanteros españoles de la historia.
Además de recuerdos, en el ambiente se respiraba crispación y la causa estaba clara. Cada vez que Raúl de Tomás tocaba un balón, la grada estallaba en pitos e insultos. Poco parecía importarle al 22 rayista, que cada vez que recibía el cuero creaba peligro. Suyas fueron las mejores ocasiones del inicio, la primera de falta directa y la segunda tras una buena jugada personal que atajó Masip sin problemas. Por los pucelanos, Mata monopolizaba todo el juego de ataque sin mucho acierto.
Tras los primeros envites, el partido se fue enfriando, y las imprecisiones comenzaron a aflorar como la mala hierba. Hasta que apareció la ETT para arrancarlas. Espectacular como Trejo dejó pasar un centro desde la derecha para dejar solo a Raúl de Tomás, que falló tras un recorte que dejó sentado al portero. Acto seguido, gol anulado por fuera de juego al propio RdT. El Valladolid estaba escapando con vida.
Rarezas del deporte
Que se lo pregunten a Óscar Husillos cuando se enteró, en plena entrevista, de que no era campeón del mundo de 400 metros lisos. Descalificado por invadir la calle contigua. Raro, raro, raro. Muy raro. Como que en un partido donde se enfrentan los dos equipos que más anotan de La Liga 1/2/3 y los que más encajan de los nueve primeros clasificados, no haya tantos al descanso. Ver para creer.
Tan raro era que Mata tuvo que ponerle solución. El máximo artillero de la Segunda división adelantó a los suyos desde los once metros tras un penalti claro de Baiano sobre Oscar Plano. En la siguiente jugada, el Rayo tuvo la oportunidad de empatar tras un testarazo de Raúl de Tomás que sacó Masip con una buena mano por alto. El choque se animaba y los hinchas lo agradecían.
Algo había cambiado. Ambos conjuntos habían quitado el freno de mano y el cuero rondaba las áreas como no lo había hecho en los primeros 45 minutos. Los franjirrojos, lejos de amilanarse al verse por debajo, se fueron arriba, y pronto obtubieron premio. RdT, fue arrollado dentro del área y el colegiado decretó penalti. No era momento para rajadas, y el propio Raúl de Tomás anotó el empate bajo una lluvia de pitos. No lo celebró, ni falta que hizo. 1-1 y a por el segundo.
Velázquez ve la roja
Y cuando más apretaban los de Míchel, Velázquez vio la segunda amarilla por una falta en línea de tres cuartos y dejó a su equipo con diez. Segunda roja para el central en lo que va de temporada y papelón para el conjunto rayista, con más de quince minutos por delante en desventaja numérica.
La angustia era horrible. El Valladolid asediaba la portería de Alberto y el Rayo se defendía como podía. Uno tras otro, la zaga echababalones fuera, hasta que los franjirrojos respiraron aliviados. 1-1, empate y un punto que supo a gloria.
Con este resultado, el Rayo Vallecano continúa segundo y amplía el margen con el Granada hasta los dos puntos. Próxima parada, Almería.