DEPOR 0 – 1 RAYO: “Por la mínima”
CRÓNICA TRES
El Rayo Vallecano visitaba envalentonado a un equipo con muchas heridas producidas por la temporada, pero sin subestimarle ya que había conseguido 7 victorias consecutivas, consiguiendo alejar posibles fantasmas. En la actualidad esa gran esperanza que estaba volviendo a Riazor se había estancado y el equipo llevaba 4 partidos sin ganar.
Todavía no nos acostumbrábamos a estar con las gradas vacías. Toda la esencia se perdía y nos dábamos cuenta de la magia que crean las aficiones. Lo bonito del fútbol.
La franja llegaba con más ánimos que nunca y las ganas de cumplir no iban a faltar. Se deseaba un resultado como en la ida en Vallecas. (La populosa, barriada, la magnífica afición tan castigada por la pandemia, necesitaba seguir alimentándose de la alegría que su equipo le había transmitido en las últimas jornadas. Los jugadores lo harían por ellos y por ellas)
Se apostó por el once que había dado tan buen resultado contra el Fuenlabrada y se confiaba en que hubiese un juego similar.
(¿Imagináis un partido dominado por el Rayo de principio a fin, fuera de casa?) No, eso no iba a suceder, (ni siquiera sucede en una crónica futura) El Dépor apretaba y el Rayo mantenía la compostura. La primera mitad iba a tener una gran disputa por la posesión y nos iba a dejar con pocas intervenciones de los guardametas. Las pocas que hubo las solventó bien Dimitrievski. El equipo local mereció más que el Rayo, pero…no hubo goles. Otro descanso que llegaba en tablas.
En la segunda parte vimos una gran muestra de valentía, coraje y nobleza por parte del equipo. Lucha, pelea por todos los balones, pundonor y orgullo y … casi ya al final, el fútbol hizo justicia el gran Catena marcó de una enorme bolea que se coló por la escuadra deportivista como un “rayo”. (¿Por fín, parecía imposible contar con esa pizca de suerte esta temporada?).
Y, amigos, la ilusión crecía por parte de todos, todo se alineaba, tanto la racha del equipo (49 puntos ya y en puestos de play off) como los resultados de los equipos rivales. (¿Por qué no soñar? ¿Crees que sería posible? Yo soñé anoche que esto ocurría y que Vallecas volvía a tener esperanza, una pizca de alegría escondida tras las marcarillas).