Pedro García fue presidente del Rayo Vallecano de 1989 a 1991 antes de convertir el club a Sociedad Anónima y venderlo a la familia Ruiz-Mateos. Este atendió al Diario AS en una entrevista en la que repasaba su trayectoria deportiva.
Presidencia
“Pues de esas cosas que te dan… Me llenó mucho Vallecas, demasiado. Sentía que podía ayudar. De hecho, aquellos años de mi vida trabajé 24 horas al día. La transformación del club en sociedad anónima implicaba 611 millones de pesetas, conseguirlos era la única manera de salvar al Rayo y no había forma… Se interesó Ruiz-Mateos y ya no podía dejarlo escapar”.
¿Por qué se mete en el Rayo?
“Había unas elecciones europeas y entendió que el Rayo era muy goloso y podía ser una plataforma para conseguir repercusión. Me llamó el Día del Padre y, por el manos libres, me preguntó si sabía quién era. Su voz era inconfundible. Me dijo de quedar y a partir de ahí empezamos a negociar. Yo tenía mi grupo de asesores para ver qué podíamos hacer con un personaje tan difícil e inteligente. Cuando sacó diputados ya no quería seguir adelante. Ahí fue lo complicado, mantenerle“.
Cambio del fútbol
“Mucho. Hay empresas que compran clubes para gestionar el dinero que te dan LaLiga, las televisiones, los patrocinadores… Hoy en día, el sentimiento sólo lo tiene el socio“.
Presa
“Debería ser más transparente y explicar más. Sucede en el Rayo y en más equipos. Por eso quien ostenta la presidencia, sea cual sea el club, debe tener claro que éste existe porque hubo muchísimas personas que durante años pusieron su grano de arena. Antes, además de dinero, fuimos otros los que también pusimos nuestro esfuerzo. Igual que los socios. Por eso, debes gestionar, solucionar los problemas y explicárselo a tu masa social. Un equipo no es una empresa al uso porque gestionas sentimientos. Se discute más por el fútbol que por una herencia…”.