
Apenas han pasado 24 horas del choque ante el Numancia, y todavía ando dándoles vueltas a la cabeza para tratar de explicar qué demonios fue lo que pasó. Cómo es posible qué, un partido que estaba tan de cara, jugando en casa, se acabe torciendo de aquella manera.
Victoria parcial y caída
Anotar dos goles, ir ganando, tienes a tu público contigo, te vas al descanso con clara ventaja y superioridad sobre el rival… Qué sucedió en el descanso, ¿fue solo dejadez y relajación local o fue también acierto visitante? No se me engañen, que el primer tiempo no fue tampoco una obra maestra. Recuerdo, y sino pueden volver a ver el vídeo del partido, que antes de los dos goles de Trejo los sorianos tuvieron dos claras ocasiones. De haber anotado, el partido podría haber tenido otro color. Pero ahí estaba el argentino, el ocho, para poner tierra de por medio y llegar al descanso con una superioridad manifiesta sobre los numantinos. Por cierto, ya dedicaré unas líneas al argentino, talento superior para esta categoría.
Pues bien, en ese momento, twitter destilaba caracteres por parte de los rayistas, soñando con los tres puntos, dos partidos consecutivos ganados, poniendo el fútbol visto en la primera parte a la misma altura que los mejores ‘Rayos’. Sinceramente, no me pareció para tanto, y eso me hizo más que pensar que no estaba todo el pescado vendido.
El Numancia planteó un buen partido, plantó cará al Rayo, le tuvo sobre las cuerdas y tras el descanso, sometió a un acoso y derribo la meta de Alberto. Aprovecho los huecos entre líneas, los pases en profundidad y ruborizó a los veteranos Amaya, Trashorras y Dorado, que anduvieron perdidos en el centro de la zaga, viendo cómo empataban el partido.
Sin duda, considero que Fran Beltrán debe volver, es ese equilibrio que necesita este equipo. Cuando el conjunto se parte, allí está el joven para dar armonía, para ejercer de contrapeso y simetría y no dejar que se destartale, como sucedió la segunda mitad frente al Numancia, y también los últimos minutos ante el Oviedo. Que no se nos olvide que fue el mejor futbolista de la pasada temporada.
Toca recapacitar sobre lo vivido, esperar los fichajes, armar un nuevo once y seguir soñando con hacer cosas grandes. Espero que después de este traspié, Míchel haya tomado nota.
