LA CONTRACRÓNICA
Lee uno tantas cosas en las redes sociales que cree que la gente escribe a la desesperada,con el corazón o las vísceras sobre lo que ocurre en la casa de tócame Roque que es actualmente el Rayo Vallecano.
Podríamos hablar de lo que ocurrió en el campo frente a un histórico venido muy a menos como es el Real Zaragoza y su victoria a domicilio de hoy pero sería aburrir al personal con más de lo de siempre. Mucho lirili y poco leerle.
Mejor será referirse a lo evidente. No hay nada peor en la vida que ser mediocre,que ser irrelevante.
Cuando leí a algunos tener como última esperanza un descenso a Segunda B para que, quien se lucra racaneando en medios y escatimando desprecio hacia la afición se largara por falta de motivación, me pareció que el riesgo de desaparición estaba por encima de todo pero,qué demonios ,tienen razón. Este Rayo es mediocre e irrelevante, como equipo y como club y ello se ve en el terreno de juego.
Cuando juegas de local,el aficionado cede en favor de los colores y te pitan un penalti como el de hoy es que pintas muy poco. Cuando te repiten una pena máxima como ha ocurrido hoy por moverse el arquero para detener el disparo…desde el centro de la porteria es que eres la burla,el hazmerreír,la pena negra andante del fútbol profesional.
Esas acciones no se le señalan a un club respetable, en el sentido obvio de hacerse respetar y merecerse un respeto que ha perdido por parte de todos.
Por decir algo sobre los que corrieron y sudaron las distintas zamarras mencionaremos que Javi Ros falló el penalti en la cara A y lo marcó en la B pidiendo perdón (0-1) , que al entrenador local se le ocurrió quitar de nuevo a un defensa y meter un delantero en una solución que sabe contrarrestar hasta mi hijo Gonzalo que nunca jugó al fútbol y que los jugadores no creen ni en su técnico ni en su club y piensan que su hinchada es idiota al copiar y pegar la mayor parte de la plantilla el mismo tuit de infame peloteo al aficionado.
Como quiera que el escudo humano del entrenador es demasiado grande no parece que la cosa vaya a cambiar demasiado así que seguiremos informando sobre la nada.
No me sale decir nada más.