En su regreso al Estadio de Vallecas, Pablo Clavería provocó el penalti que adelantaba al Rayo Vallecano. Aunque se fue sancionado de esa situación, pudo ver una segunda tarjeta.
En el minuto 62, un manotazo en la cara de Óscar Trejo hacía que el colegiado del partido señalase la pena máxima. Minutos más tarde, una dura entrada sobre Óscar Valentín hizo que pudiese ver la tarjeta roja, o una segunda amarilla.
Jon Ander Gónzalez, el encargado de arbitrar el encuentro, no consideró la jugada de tarjeta. El que fuera jugador del Rayo fue sustituido minutios después en el que fue un regreso extraño a su antigua casa.