El Rayo Vallecano jugaba su último partido del año y lo hacía en casa. Frente a Las Palmas uno de los protagonistas del partido, pero no de forma positiva, fue el césped.
Durante el encuentro se pudo ver como muchas zonas del campo estaban cubiertas por parches de césped. Además, se pudo apreciar en el área en la que no hay grada del estadio una gran zona llena de barro.
Las lluvias de estos días en la capital no han ayudado a que el campo de Vallecas presentase un buen estado recibiendo al conjunto canario. Hace unos meses el césped sufrió este mismo problema cuando se encadenaron varios partidos seguidos en casa.
Tras el encuentro Iraola reconoció que el campo no estaba en su mejor estado: “El césped estaba blando y peligroso por los resbalones. Normalmente me gusta entrenar en la víspera aquí pero hemos decidido guardarlo un poco. Ha aguantado mejor que contra el Cartagena. A ver si con estos días sirve para que esté mejor”.