El polémico ex jugador del Rayo Vallecano Nicki Bille ha vuelto a la cárcel tras no cumplir las exigencias de su arresto domicilario.
El delantero danés continúa con sus escándalos en su país. El delantero fue condenado el año pasado cuatro meses por romperle la nariz de un puñetazo a un portero de una discoteca, amenazar a una enfermera, amenazar a un ciclista con una pistola de aire comprimido y por posesión de cocaína.
Fue absuelto de estos cargos. Pero terminó condenado más tarde durante un mes por cocaína y una película donde practicaba sexo oral en un lugar público. El futbolista apeló contra la sentencia y logró ganarse la posibilidad de cumplir una condena en su domicilio. Ahora, sin embargo, ha surgido información de que el arresto domiciliario se ha cambiado y el delantero ha ido a la cárcel. Al futbolista se le prohibió consumir alcohol mientras cumplía su condena, y durante las pruebas de rutina resultó que estaba bajo los efectos del alcohol.
“Tomó unas cervezas. Pensó que no tenían alcohol. No planeaba beber alcohol en absoluto. Simplemente leyó mal la etiqueta. Si hubiera querido beber, habría comprado una cerveza normal”, afirmó Asser Gregersen, el abogado del danés en los medios daneses.
En junio de 2018 Bille estuvo un mes en prisión en Mónaco por agredir a dos mujeres en la calle, lo que le costó que su club, el Panionios griego, le rescindiera el contrato.
Nicki Bille apenas jugó 11 partidos con el Rayo Vallecano durante la temporada 2012-2013 a las órdenes de Paco Jémez. El danés llegó cedido al Rayo procedente del Villarreal. En enero el conjunto vallecano canceló su cesión y regresó al conjunto amarillo quien lo traspasó definitivamente al Rosenborg noruego.