LA CONTRACRÓNICA
Uno que es previsor tenía preparado otro título para esta contra en caso de que fueran mal dadas. En tiempos de condena hacia el humor negro, la frase que supuestamente el mayor de los hermanos Marx había mandado tallar en su tumba hubiera sido inapropiada en un medio de comunicación. Ahora que me gano la vida con esto sería como apuntalar mi lápida periodística, pero me enteré de que todo era mentira y llamé a Michel. Pregunté en su casa por el mister como amigo del Lulio y me pasaron. Le dije que aquello de “Perdone que no me levante ” de Groucho en su tumba era falso, que yo tampoco vivo de escribir y que de periodista tengo poco . También le dije que habían expulsado al Mudo Vázquez por hablar y se rió de mi ocurrencia.
Cuando supe que el técnico rayista alineaba a tres centrales entendí que me había troleado . Me había dicho que iba a cambiar las cosas y supe que era un astuto . Confiaba él en que, con la niebla, nadie se diese cuenta de que, por muchos defensas que le pongas cerca, Alex Moreno siempre dejará un hueco en su zona. Tener al catalán en tu equipo es como tener una pistola y jugar a una rara ruleta rusa en la que unas veces te disparas a tu sien y otras a la del rival . Su problema es que juega en el Rayo. Marcelo Vieira puede hacer lo que le plazca. Su equipo puede jugar al tenis y ganar 6-4 pero ni Embarba es Bale, ni Imbula es Modric, ni…
La zurda de Vallecas tenía un plan, ser profundo al estilo Quincy Jones con nuestro Black or White entrando por bandas y Raúl de Tomás haciendo Thriller con los zagueros rivales o un Moonwalk en los pases de la muerte al más puro estilo Michael Jackson. Smooth Criminal debería ser su apodo si Andrés Montés (se te echa de menos) lo hubiese conocido.
En esas estábamos cuando los de azul y rojo preguntaron el camino hacia la portería contraria al lateral franjirrojo. Alex Moreno se transformó en Groucho y comenzó a leer que…”La parte contratante de la primera parte será considerada como la parte contratante de la primera parte”. Mientras su marcador granota mutaba en Chicco y pedía una repetición, el 7 giró sobre si mismo, tiró un caño, metió el balón en el área y Chema, pasmao como el panadero de Barrio Sesamo y mas tieso que los ojos de Espinete alojaba el balón en su propia portería.
Todos celebraban el gol menos nuestro entrenador que pensaba que para un día en que el equipo funcionaba no se veía un pimiento. El portero paraba , la defensa no se desangraba sino que parecía inyectada en sangre (ponga un charrúa en su zaga, no se arrepentirá), Embarba y Álvaro eran un dolor de muelas para el Levante e Imbula y Santi…bueno, Imbula y Santi se equivocaban como siempre, pero al menos hacían faltas tácticas.
La lesión de Álvaro le hizo perder filo al equipo y el Levante pareció despertar algo. Cuando quiso darse cuenta a Alex Moreno le habían leído “la parte contratante de la segunda parte será considerada como la parte contratante de la segunda parte”. Se le colaron por su espalda y Rochina nos recordó cómo de buena era su zurda y los buenos ratos que nos dió en ese mismo campo vestido de rayista hambriento de fútbol y triunfo, quizá uno de los debes de los nuestros en la temporada.
Por un momento pensamos en lo peor y hasta se oyó mascullar a Alex aquello de “Segundas partes nunca fueron buenas” pero habló con su amigo Groucho de Tomás , cortaron esa parte del contrato y volvieron a distraer al rival hasta que el 9 del Rayo alojó el gol de la victoria en la meta valenciana. A partir de ahí se vivieron momentos de zozobra. Trejo casi llega a las manos con De Tomás tras negarle el gol de la tranquilidad, Comesaña nos dejó como a Harpo tras perder el balón en la medular, Imbula nos hizo estallar de alegría con su falta previsora y su ¡quinta amarilla!, Dimitrievski hizo algo de comedia, Emi casi tragicomedia y ese área acabó como el camarote de los hermanos Marx con camisetas de cuatro colores distintos en la misma hasta que el referee nos dió un respiro, Michel puso cara de amante sarnoso y Paco López de Sig Ruman, aquel señor barbudo indignado del que Groucho se burlaba.
Quizá Miguel Ángel Sánchez le quiso contar el viejo chiste del ladrón que saca el cuchillo a una pareja, les grita Levante las palma y el marido le anima a poner una X. Lo mejor de todo es que fue un 1, hubo parada de respeto al fondo y a la “Vida Pirata” y juntos soñamos y pedimos que el Rayo, al fín, se levante.
Felices fiestas a todos. Que una franja de felicidad surque vuestros corazones de tres en tres puntos.