La temporada del Rayo Vallecano B no ha comenzado de la mejor manera posible. Situados en decimoprimera posición con cuatro puntos, los de Luis Cembranos han cosechado una victoria, un empate y una derrota en los primeros tres encuentros de temporada. Una irregularidad de resultados que tienen un motivo destacable: el balón parado.
De los cinco goles que el filial ha recibido en este comienzo de año, cuatro han sido directamente a balón parado (uno de penalti). Sin ir más lejos, este mismo fin de semana el Rayo B llegó a estar por delante en el marcador en dos ocasiones ante Las Rozas, pero un lanzamiento de falta lateral a falta de 10 minutos, permitió que el conjunto visitante rascara un punto de la Ciudad Deportiva.
Algo que comenzó la primera jornada de Liga ante el San Fernando, en un encuentro en el que el filial se encontraba muy cómodo con ventaja en el marcador, pero que el despeje de un lanzamiento de falta hizo que el partido se apretara en los últimos minutos.
Un problema que se volvió a repetir en la segunda jornada contra el Trival. Un nuevo lanzamiento de una falta lateral, provocó el primer gol del conjunto alcorconero ante el Rayo B, perdiendo un punto y cosechando la primera derrota de la temporada.
El balón parado se ha convertiro en uno de los puntos débiles del filial, que por otra parte, suele ser uno de los puntos fuertes de la gran mayoría de los equipos de la Tercera División.