El mundo comenzó a girar en otro sentido desde que surgió el coronavirus y se decretó la emergencia sanitaria y económica a nivel global. Todas las industrias del mundo sufrieron cambios, generalmente muy negativos; el sector de las apuestas deportivas no iba a ser una excepción. Con la suspensión del 90% de las competencias en todos los países, el deporte ha experimentado un duro revés, tanto en su faceta económica como atlética, ya que muchos deportistas han reportado consecuencias negativas del encierro y el aislamiento. Esto ha producido problemas en las industrias directamente relacionadas.
Una industria gravemente comprometida
Las apuestas deportivas dependen de las competiciones: es así de simple. Sin torneos, no puede haber apuestas. Así pues, con la cancelación de la enorme mayoría de las competencias, las casas de apuestas no han tenido flujo de transacciones; tanto es así que, como se puede explorar en este sitio, las apuestas de fútbol, que suelen ser las más populares, han caído drásticamente. Con las primeras cancelaciones de eventos importantes, como la UEFA Champions League de Europa y la Copa Libertadores de América Latina, otras ligas ganaron protagonismo antes de ser también suspendidas, como es el caso del torneo de fútbol turco. Sin embargo, una vez que la totalidad de las competiciones futbolísticas hubo sido cancelada, los apostadores se lanzaron a la busca de otros deportes: no había básquetbol ni golf ni carreras de ningún tipo, por lo cual la estrella resultó ser el tenis de mesa ruso, una de las pocas actividades, que, al comienzo de la pandemia, aún seguía funcionando.
Caídas en la bolsa
Las empresas de apuestas que cotizan en bolsa han recibido un duro golpe tras esta situación. Luego de un 2018 de grandes éxitos financieros, y de un 2019 de estabilidad y crecimiento, se esperaba que la industria de las apuestas deportivas floreciera en el 2020; nada más lejos de la realidad, pues muchas compañías han visto cómo su valor en bolsa se desplomaba en cuestión de horas. Se debe tener en cuenta que se trata de una industria de gran volatilidad, lo cual implica que se pueden esperar subas repentinas así como también caídas subrepticias. El caso más flagrante puede ser el de la multinacional William Hills, cuyo patrimonio se redujo en un 70% a comienzos de abril. Asimismo, GVC, la firma propietaria de, entre otros, Bwin, espera pérdidas anuales de hasta 150 millones de libras.
Desde luego que la crisis de los proveedores de apuestas deportivas está enmarcada en una crisis global, cuyos procesos implicarán numerosas quiebras y bruscos movimientos de los mercados.
El deporte en tiempos de Covid-19
La pregunta de todos los aficionados, así como también de los apostadores, es: ¿cuándo volverán las competiciones? Los principales portales de noticias deportivas cubren la pandemia de coronavirus como antes lo hacían con las ligas locales; la espera se ha vuelto demasiado larga. La Champions League, por su parte, se ha anunciado para el 25 de junio, luego de la reunión de las autoridades sostenida el pasado 17 de marzo. La Liga española está aplazada, pero comenzaría el fin de semana del 17 y 18 de agosto. Estas fechas, por supuesto, son tentativas, y están sujetas a las contingencias sanitarias. No está decidido aún cómo se resolverá el problema de las multitudinarias aficiones en los estadios. ¿Volverán alguna vez esos tiempos de ir a alentar al equipo?
Las apuestas deportivas en España
A pesar de la prosperidad previa al coronavirus, las casas de apuestas han tenido diferencias con el gobierno español. Ocurre que, desde su asunción, las políticas públicas han estado orientadas a prevenir desórdenes relativos al juego, como la ludopatía; además, se han tomado medidas estrictas para distanciar al público joven del hábito de apostar, sobre la base de las estadísticas de la DGOJ (Dirección General de Ordenación del Juego, entidad reguladora perteneciente al Ministerio de Hacienda), que exponen que la mayoría de los apostadores se inician en esta práctica antes de los 18 años, y con el correr del tiempo ponen cada vez más dinero en juego. Como parte de las medidas, se han cerrado complejos deportivos que presentaban publicidades de casas de apuestas, bajo el alegato de que en esos predios practicaban menores. También se redujo la banda horaria permitida en la radio para los anuncios de apuestas deportivas, que ahora es de 1 a 5 de la mañana. Por lo pronto, a falta de otras contiendas, los apostadores puede participar de nuestros juegos para definir al mejor jugador de la historia del Rayo.