LA CONTRACRÓNICA
En Vallecas es sabido que Paco Jémez gusta de dar golpes de efecto o de timón cuando pintan bastos como forma de revulsivo. El mister del Rayo Vallecano, a punto de arrancar su coche aparcado en Payaso Fofó tras un entrenamiento en Vallecas tras la derrota ante la Ponferradina tuvo una idea. Bajó del coche, subió la cuesta que lleva a la puerta de Willy y terminó entrando en el gimnasio de la Federación Madrileña de Boxeo. Allí departió un rato con Manolo del Río, entrenador legendario en el noble arte, de lenguaje franco, directo y sin rodeos. Terminada la charla ,Paco le pidió alguna biografía de boxeo inspiradora, por ejemplo” la del campeón este…Floyd…ya sabes Manolo, Floyd”. Del Río se encogió de hombros y le dijo que se la dejaría en el mostrador.
Contento con tener un texto inspirador sobre un gran campeón que pasó de la pobreza extrema a ser uno de los mejores boxeadores de la historia, Paco consiguió y repartió copias de obligada lectura para toda la plantilla. A Alberto y Mario Suárez, veteranos y leídos les sorprendió la elección pero no encontraron el momento de comentarlo con el técnico.
Terminado el partido, con triste derrota en Lugo 1-0, tras dominar el partido de cabo a rabo, tirar tropecientas veces a gol contra una, dar un poste Andrés en el último minuto, fallar un penalti por tirarlo con chulería y desidia por Embarba, e inmolarse al sacar a Pozo, Piovaccari y Montiel para arreglar el accidente y de los que no se supo nada en la cancha, Paco pidió unos segundos de soledad para reflexionar solo en el vestuario.
Allí encontró un libro tirado en el suelo. La biografía de Floyd Patterson, sucesor de Rocky Marciano en el reinado del peso pesado, campeón salido de las calles y la delincuencia juvenil y famoso por el ser el campeón de los pesados más veces noqueado. Cayó hasta veinte veces víctima, entre otros ,de Sonny Liston y de Alí. “Toda una mandíbula de cristal, como nosotros ” pensó Paco, que no supo si reír o llorar. “Yo estaba pensando en Mayweather”, se dijo.