Este jueves se vivió una jornada frenética en las oficinas del Rayo Vallecano. Teléfonos sonando, reuniones, conversaciones en los pasillos… Y es que se manejaban varios candidatos de peso para ocupar el banquillo franjirrojo.
Y un nombre sobresalía sobre el resto: el de Jon Pérez Bolo. Su buen hacer en la Ponferradina y su pasado como jugador y leyenda del Rayo gustaban mucho en Vallecas… pero su precio fue clave. La Ponfe se cerró en banda y puso la misma condición que con Isi el pasado mercado invernal: si le quieren, que paguen la cláusula.
Esto hizo que finalmente Bolo fuese descartado y el Rayo optase por una opción que también era difícil: Andoni Iraola. El míster había terminado su etapa con el Mirandés y se encontraba libre, pero todo apuntaba a que acabaría en el Mallorca.
Sin embargo, un giro de última hora de los insulares hizo que los franjirrojos pudiesen tomar la delantera y firmar al que ya es nuevo entrenador del Rayo Vallecano. Ahora, su suerte es la de todos los aficionados rayistas.