DE OTRO PARTIDO
Trejo y un un cuarto de Isi.
El Rey del Empate ni siquiera sacó un empate. Partido malísimo del Rayo Vallecano. Entregó a un Alcorcón inexistente la existencia del triunfo. Regaló los tres puntos por falta de intensidad, de no saber qué se estaba jugando y por evitar meter el músculo en cada jugada. Se caminó y, posiblemente, se desperdició la mejor oportunidad de entrar en los playoffs. Entre la bruma de poco fútbol, asomó Trejo -que propuso pero no lo entendieron- e Isi, con el gran gol y algunas acciones que no llegaron a buen término porque sus compañeros ya se habían ido mentalmente a la cama.
EL REMAKE
Complejo de inferioridad.
El Rayo planteó el partido como si fuera, en la tabla, por detrás del Alcorcón. Buscando empatarlo, lo perdió. No se vio una actitud ofensiva, no atacó. En lugar de ir a por los tres puntos -y de paso a por el empate- decidió ver qué pasaba y recibió la derrota. Pésima estrategia cobarde de Jémez.
LO QUE SE LLEVA EL OJO
Nada, tristeza.
El ojo se lleva la imagen de un equipo sin personalidad en el que las personalidades no funcionaron. De Frutos ha sido un desastre, Qasmi falló tres goles clarísimos y el mediocampo, con Suárez y Comesaña, no tuvo presencia ni se impuso en un partido fácil contra un rival que invitaba a hacerlo. Cerremos el ojo hasta nuevo aviso.
ENVUELTO PARA REGALO
La sangre olvidada.
Faltó el entender que era un partido clave. No hubo sangre. El Rayo fue un equipo de pretemporada, de jornada de entrenamiento. Ni se lo vio aguerrido jugando ni frustrado al perder. Un trámite más, desaprovechado por Jémez y sus hombres con agua en las venas.
EL DIVÁN
Vuelve Paco.
En un partido tan importante, ¿cómo no juega Advíncula de inicio y sí Tito? ¿Cómo justo hoy te puedes encaprichar con Tito? ¿Cómo no haces cambios antes en el medio, tan lento con Suárez y Comesaña, y por donde pasaba todo el juego y Boateng se los comía en dos zancadas? Falta de saber leer el partido antes y durante. ¿Cómo no has quitado a Advíncula cuando estaba lesionado? Por no quitarlo se ganó la quinta amarilla. Jémez, pésimo.
EN DEFENSA DE…
Catena y Saveljich, los consuelos…
Más que estar bien, solo estuvieron. Morro, aunque tapó alguna ocasión clara, pudo hacer algo más en el primer gol. De todas formas, rescatamos a estos valientes porque siempre van arriba y abandonan su lugar para buscar algo extra. Hoy, en su posición, actuaron de forma mediocre. Y Luna fue un chiste.
Se perdió contra un equipo que, en casa, no había ganado muchos partidos. Pero la esperanza es lo último que se pierde.