Por Marcos Maggi / Foto: Rayo Vallecano
DE OTRO PARTIDO
Mensajeros del triunfo.
“Hola, ¿con el departamento de resultados? Soy deVallecas, pero estoy en Extremadura y quiero hacer un pedido a domicilio: una victoria cómoda”.
Y por fin el pedido llegó. Lo llevaron Bebé, Comesaña, Álvaro y Pozo. El Rayo fue dominador, contundente, no sufrió apuros y los momentos más inestables quizá fueron las dos amarillas a los centrales. Paseo displicente en un ambiente psicológico de entrenamiento.
EL REMAKE
Lo siempre visto, con gafas o sin gafas.
Hasta con los ojos cerrados sabemos que no se pueden rifar balones desde atrás ni jugar tan de espalda, mirando a la propia portería más que a la contraria; no se puede dejar a Ulloa como punta mediocampista (una nueva posición inaugurada por la estrategia del Rayo). Leo pelea, sufre y se carga de tarjetas mientras el campo contrario es un espacio poco visitado. Hay que proponer antes de esperar qué proponen. El equipo fue a buscar el partido cuando le abrieron la puerta sin que llamase a ella.
VENTANILLA DE RECLAMACIONES
¿Gente de Primera que es menos que de Segunda?
Advíncula tiene que estar de inicio incluso si hubiera jugado con Perú todos los días de la semana (un jugador de selección, como él o como Dimitrievski, deben ser titulares indiscutibles en el Rayo. Aclaración: Dimitrievski lo es ahora porque Alberto está lesionado). Jugadores internacionales que no son fijos en el once del Rayo. Un chiste malo de Paco Jémez. Otro.
NO ECHANDO DE MENOS A…
La ausencia que no se sintió.
Embarba no estuvo, pero el equipo sí. Hoy, todos fueron un enorme jugador que no hizo sentir la falta de nadie. ¿Echamos de menos a Embarba? Obviamente; pero la gran sensación de esta noche fue que lo echamos de más.
EL DIVÁN
Adelante, Tito (aunque suba poco).
No desborda, se equivoca en muchos pases, no acierta en la marca… La repetida obsesión de Jémez es un jugador menos. Útil sin brillar en años anteriores, ahora devino en espectro, un reflejo distorsionado de aquello que nunca fue. Tito aparece menos en el campo contrario que Drácula en una exposición de placas solares. Por favor, que juegue Advíncula.
ENVUELTO PARA REGALO
Quien da, recibe.
El Rayo no hizo los regalos esperados; en cambio, recibió paquetes de espacio. Medidas mal calculadas por el Extremadura dieron protagonismo a un Bebé notable y a un Dimitrievski que volvió a ser el no Alberto. Extremadura le regaló al Rayo tiempos, posesiones, intensidades, un penalti, y el autobús franjirrojo se cargó de paquetes. Tres puntos en las maletas que el VAR aprobó. Glorioso souvenir de Extremadura.
EL NÚMERO 12
La encuesta que da ánimo.
La gente entra al estadio, viaja, sigue al equipo y, según una encuesta de Unión Rayo, más del 50% volvería a animar. Claramente es la opción ganadora. Aflojen las gargantas, el equipo necesita tanto de los goles como de la afición. Propongo, además del conocido lema, otro que ojalá se vuelva bufanda: “Silencio vete ya”.
EN DEFENSA DE…
Gran actuación de Catena.
Si la lluvia invita a la épica, el Rayo aceptó la invitación. “Cuchillo” Catena cortó todo y lució sobre la frente el flequillo aplastado por el agua y los cabezazos, el flequillo de los actores bien dirigidos. Semejó a un senador romano tomando decisiones inapelables frente a las cámaras de la televisión de pago.