DE OTRO PARTIDO
El árbitro y las amarillas.
Como hay poco destacable, lo llamativo fueron las rigurosas amarillas de Trujillo Suárez en el primer tiempo, una encerrona al juego, ya que después, por faltas más graves, no mostró tarjeta y, por faltas de tarjeta (como la temprana a Isi Palazón en un ataque o el empujón de Trejo), ni siquiera pitó falta. Fue la noche de la “tarjeta fácil”, y eso pudo haber condicionado a más de un jugador rayista.
EL REMAKE
Intensa falta de intensidad.
Encuesta:
El Rayo no puede entrar en el playoff.
El Rayo no quiere entrar en el playoff.
Sin duda ganaría la segunda opción. Ante un Málaga con bajas importantes, faltó entrega y la sensación de que el partido era de vida o muerte el Rayo no la transmitió nunca. Trejo estuvo apagado; De Frutos, bastante chupón; Valentín, ausente como Luna; Suárez desafortunado y Qasmi, pesado y lento. Jémez tardó con los cambios y la entrada de Álvaro le dio al equipo, una vez más, ese aspecto fantasmal por la banda.
P.D. Las ocasiones falladas: Saveljich y Suárez.
LO QUE SE LLEVA EL OJO
San Dimi en algunas ocasiones.
Dimitrievski salvó al Rayo en dos clarísimas para el Málaga: un disparo desde lejos pero bien dirigido en el primer tiempo y un cabezazo a quemarropa en el segundo. Además, ante una defensa mareada, cortó balones como último hombre y jugó bien con el pie, dando pases largos. Fue el ejemplo solitario que nadie siguió.
ENVUELTO PARA REGALO
Huecos por todos lados.
No hubo un bloque sólido. Cuando el Rayo no es un equipo y las individualidades no funcionan, no se sabe bien qué es. El Málaga estuvo muy bien en defensa, pero dejó espacios que el Rayo no aprovechó. Sin el partido con el balón de los franjirrojos fue muy malo, el partido sin el balón fue peor.
EL DIVÁN
Todo el equipo, Jémez incluido.
Adelante, plantilla. No se pueden dejar pasar tantas oportunidades para engancharse arriba. Ya se empata contra sí mismo. El Rayo está perdido, las alineaciones son experimentos y cada uno va a su bola. Jémez se equivoca casi más que nunca en el peor momento para equivocarse. Alquilamos varios divanes, adelante. Pueden ir recostándose todos. Ah: mantengan la distancia social de la misma manera que están manteniendo la distancia con el playoff…
EN DEFENSA DE…
San Dimi fue la defensa.
Ya lo dijimos: el Málaga no llegó mucho, pero pudo haber ganado de no haber sido por las intervenciones de Dimitrievski, salvador del punto y de lo que podría haber sido una catástrofe.
Fue el único que estuvo a la altura de las circunstancias, pero claro: un portero puede hacer que no se pierda un partido y difícilmente que se gane.
El Rayo sigue insólitamente enganchado, subestimando el playoff, jugando con fuego, ya quemándose.
Matemáticas, haced vuestra magia.